El presidente del Gobierno, José María Aznar, se cebó ayer con su más ardiente oposición: PSOE y PNV. Lo hizo pidiendo al PP que estén preparados para recibir «descalificaciones» de aquellos que «se dedican a la búsqueda estéril de modelos de Estado», en alusión a los socialistas, quienes consideran la Constitución «un borrador sin vigencia». Además, instó a no extrañarse frente a los que buscan su «desaparición del escenario político» para imponer «el mito étnico» y «la tribu».
«Saben muy bien que, frente a las libertades de todos, no va a imponerse ninguna obsesión identitaria; que la tribu no va a derrotar a la sociedad civil y que el mito étnico no va a prevalecer sobre la razón democrática», dijo arremetiendo contra el PNV.