ETA no ha sido menos a la hora de valorar las reformas penales que ha impulsado el Gobierno de José María Aznar y lo ha hecho a través de una entrevista al diario vasco 'Gara'. Según la organización, este paquete de iniciativas refleja «sed de venganza» y no servirá para modificar su «compromiso y estrategia». ETA cree que mediante estos «castigos» Aznar realiza «una amenaza de condena», sobre todo, a la sociedad española, porque le está diciendo que dentro de 40 años van a tener que seguir sufriendo el conflicto armado porque, en el 2043, también habrá presos políticos vascos.
Por eso, recuerdan que la banda «nació bajo la dictadura de Franco» y que las medidas de «castigo» no cambiarán su actividad «ni a un lado ni a otro». «Porque nuestra lucha no la conduce la venganza ni se organiza contra medidas de castigo, sino con vistas a lograr los derechos de Euskal Herria», señala la banda. Pero la organización armada no ha tenido suficiente con arremeter contra el Gobierno central, sino que se ha cebado también con el Ejecutivo vasco y su lehendakari, Juan José Ibarretxe, al que ha criticado por la convocatoria de manifestación que el 22 de diciembre discurrió por las calles de Bilbao bajo el lema «ETA kanpora».
ETA apunta que ese eslogan «es el espejo del plan Ibarretxe y de la política que, en general, lleva el PNV». A su juicio, esa política es «excluyente, cerrada, parcial y engañosa». Para la banda, Ibarretxe «pretende hacer creer que ha hecho una invitación a un 'self service' a los ciudadanos vascos», pero, a su entender, «sólo ha invitado a algunos ciudadanos vascos». La banda armada señala que los que accedan a esa invitación sólo encontrarán «un plato», que tiene la fecha de caducidad de 1979 porque la propuesta del lehendakari «trae la subordinación a España y la prolongación del conflicto».