El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió ayer en A Coruña «disculpas» a quienes «en determinados días y momentos» echaron en falta medios para luchar contra la marea negra y a quienes «estaban molestos» por no haber visitado antes Galicia, viaje que postergó, afirmó, «por respeto al sentimiento de los gallegos». Aznar hizo estas afirmaciones en conferencia de prensa tras reunirse en el centro de seguimiento del «Prestige» con el presidente de la Xunta, Manuel Fraga, el vicepresidente primero Mariano Rajoy, el alcalde de A Coruña, Francisco Vázquez, y representantes de cofradías de pescadores. El presidente, tras la rueda de prensa, sobrevoló la zona del hundimiento del petrolero.
José María Aznar dijo ser «consciente de que los medios no siempre llegaron a tiempo», por lo que pidió «disculpas», pero aseguró que desde el primer momento «se ha estado trabajando» para hacer frente a una tragedia ante la que no se puede hacer «partidismo o exhibir espíritus flojos y pusilánimes», si no «un esfuerzo común». Aznar recordó que en los pasados días reiteró que no vendría a Galicia a «hacerse la foto». «Muchos gallegos -agregó- se han podido ver un poco molestos porque el presidente no hubiera estado antes aquí. Quiero pedir disculpas, pero quiero que entiendan que lo más fácil para mí habría sido estar aquí para ganar algo de popularidad, electoralmente y parecer más simpático».
El presidente explicó que, sin embargo, viajar antes a la costa gallega «hubiera sido manipular los sentimientos de los gallegos», a quienes «respeto demasiado». «Nunca me he sentido tan cerca de sus sentimientos y su preocupación», añadió. Aznar aseguró que está «absolutamente satisfecho» con la actuación de los miembros de su Gobierno, y «todas las personas con responsabilidad que han trabajado bajo la coordinación del vicepresidente» Rajoy. Añadió que ha sido «testigo privilegiado» de estos trabajos, aunque que comprende «los intereses de otros» por exigir responsabilidades.