Artificieros de la Policía Nacional desactivaron ayer un paquete bomba que se envió a la redacción del diario 'El País' en Barcelona, preparado para estallar en cuanto fuera abierto. El explosivo estaba oculto en un libro, remitido al periódico sin un destinatario concreto. Según las primeras investigaciones, el paquete procedía de Italia.
A las 11.22 horas, los agentes de seguridad de la redacción barcelonesa de 'El País' alertaron a la policía de la existencia de paquete sospechoso que había sido remitido al diario por correo postal. El escaner detectó algo sospechoso que finalmente resultó ser una sustancia explosiva, unos 40 gramos. Los vigilantes sospecharon por la detección de unos conductos, una especie de cables y por la superficie irregular del paquete.
Una patrulla de policía y agentes de los TEDAX acudieron a la redacción y se llevaron al paquete. Bajo altas medidas de seguridad, trasladaron la bomba a una zona de seguridad que disponen los artificieros en las afueras de la capital catalana. Allí, examinaron el libro y encontraron los 40 gramos de material y procedieron a su explosión controlada.
Según las primeras investigaciones el paquete fue enviado desde Italia. La elaboración del explosivo es muy similar a otro remitido el pasado año a la sede del sindicato de prisiones CATAC, también en la Ciudad Condal. El subdirector de 'El País' en Cataluña, Andreu Missé, aseguró que el paquete no llevaba un destinatario concreto. El ministro del Interior, Angel Acebes, confirmó que el paquete procedía de Milán.