El presidente del Gobierno, José María Aznar, manifestó ayer su deseo de que los creyentes tengan en cuenta la pastoral de la Conferencia Episcopal, al ser preguntado por las declaraciones del obispo de San Sebastián, Monseñor Uriarte, quien aseguró el sábado que el documento no es «moralmente vinculante».
Aznar explicó que «la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal me parece un análisis y una reflexión muy importante, muy conveniente y necesaria y que como tal, espero y deseo que los creyentes la tengan en cuenta y los que no son creyentes que reflexionen sobre ella y, en su caso, la pueden tener en cuenta también».
Patriotismo
El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, acusó por su parte a
la Conferencia Episcopal de «sacralizar la Constitución» y afirmó
que la Carta Magna «no puede ser envuelta con el incienso pastoral»
porque «esto puede reforzar una maniobra que puede convertir la
Constitución y el patriotismo constitucional en una ratera cada vez
más estrecha y baja de techo».
Pujol explicó que «una cosa es que PP y PSOE hablen de patriotismo constitucional creando en el entorno un clima reverencial», pero aclaró que «es diferente» que lo haga la Iglesia desde la Conferencia Episcopal.
Consideró que esta actitud «no es buena» porque, además, «tiene resonancias feas, al menos para los hombres de mi generación» y añadió que actualmente se hace una utilización «abusiva» de la autoridad y la doctrina religiosas.
Pujol se mostró «totalmente de acuerdo» con la condena del terrorismo que y los totalitarismos que efectúa la Conferencia Episcopal en la instrucción pastoral que acaba de aprobar y coincidió en el hecho que «distingan entre Estado y nación», aunque cree que «de todo ello sacan unas conclusiones que considero muy parciales y llevan a juicios éticos inadmisibles».
Aseguró que la autodeterminación «es un derecho de toda nación, que puede llevar a la secesión, con la condición de que no haya violencia terrorista y el proceso sea democrático» y recordó que la Iglesia ha reconocido este derecho «en casos manifiestamente no coloniales».
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, afirmó que la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal fue aprobada por las «presiones» del Gobierno central y afirmó que el presidente del Ejecutivo, José María Aznar, ha «fracasado» porque no consiguió que se sumaran al documento los prelados vascos y catalanes, de cuya postura aseguró que se habrá «tomado nota».
El dirigente nacionalista se refirió a la instrucción pastoral aprobada por la Conferencia Episcopal en torno al terrorismo, denunciando las «presiones» que ha habido por parte del Gobierno central y los medios de comunicación para que finalmente se acordará el citado texto, que, según indicó, no fue firmado por los obispos vascos y catalanes.
Arzalluz se mostró convencido de que desde el Gobierno central, se habrá «tomado nota» de la postura del obispo de San Sebastián y del resto de prelados que no apoyaron el documento.
El coordinador general de IU/EB, Javier Madrazo, consideró que la carta de Uriarte «sintoniza con el sentir mayoritario de la sociedad vasca» y es una declaración «valiente».
Mientras, el portavoz de ERC, Joan Ridao, acusó al arzobispo de Barcelona, Ricard Maria Carles, de dar un «cheque en blanco a la «fracción más reaccionaria» de la Iglesia católica española al «no apoyar» a los catalanes de esta confesión en desacuerdo con la pastoral del Episcopado contra el terrorismo y la autodeterminación.