El cadáver del etarra Félix Ramón Gil Ostoaga, que apareció el sábado muerto con un disparo en el pecho, será incinerado hoy en el tanatorio de Polloe en San Sebastián, por lo que se descarta la realización de una segunda autopsia para contrastar la hipótesis del informe del forense que apunta al suicidio como la causa de la muerte.
Alrededor de una veintena de simpatizantes abertzales se concentraron ayer por la mañana frente al Instituto Anatómico Forense de los Juzgados de Atotxa, a la espera de que el féretro con los restos mortales de Gil Ostoaga fueran trasladados hasta el tanatorio de Zumárraga, con un cartel con el lema 'Herriak ez du barkatuko' ('El pueblo no perdonará') y una ikurriña con un crespón negro. Además, los simpatizantes abertzales congregados despidieron el cuerpo con gritos de «Herria ez du barkatuko» (El pueblo no perdonará), «Agur eta ohore. Eusko gudaria» (Adiós y honra al luchador vasco), «Ramón gogoan zaitugu» (Ramón te recordamos), y también cantaron el Eusko Gudariak.
Frente al Instituto Anatómico Forense de los Juzgados de Atotxa se encontraba también el dirigente de Batasuna Joseba Permach, quien dirigió duras críticas tanto al PP y al PSOE, como al PNV y EA. Afirmó que «una persona más ha perdido la vida o le han quitado la vida precisamente porque el Estado español, el PP y el PSOE es lo único que saben ofrecer a este pueblo». «Es una alternativa de guerra, de sufrimiento, de dispersión, de tortura, en definitiva, de no ofrecer otra cosa que no sea la guerra y el sufrimiento en Euskal Herria», añadió.
Permach llamó a la sociedad vasca a responder «con contundencia, a salir a la calle y tomar parte en todas aquellas movilizaciones que se están llamando para las próximas horas y días». Permach también se refirió a PNV y EA «que hablan tanto de derechos humanos, que se rasgan las vestiduras en estos momentos por lo ocurrido, y que hablan de las presiones que han llevado a cabo el Partido Popular y PSOE». Así, destacó que estas formaciones nacionalistas «si bien en estos momentos alzan la voz contra eso, no hacen en el día a día absolutamente nada para acabar con la política de dispersión».