Si el Gobierno ha decidido lanzar una ofensiva contra el PSOE, el primer partido de la oposición no va a ser menos. Tras la aparición sorpresa de su secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, en el debate de Presupuestos, las críticas al Ejecutivo han subido de tono. Ayer mismo, el líder socialista anunció un paquete de medidas de regeneración democrática para impedir situaciones como las actuales, en las que, según dijo, el Gobierno no desvela la identidad de los titulares de las cuentas del HSBC, desobedece sentencias del Tribunal Constitucional e impide que el PSOE desempeñe su labor de control en el Congreso vetando comparecencias.
Rodríguez Zapatero ofreció ayer una serie de datos que, a su juicio, demuestran que durante la etapa de Gobierno del PP se está produciendo un «estancamiento, cuando no un retroceso», de la democracia española. Por ello, y para salir de lo que también calificó de «parón democrático», desgranó varias medidas de regeneración, entre ellas la de modificación del Reglamento del Congreso de los Diputados, para flexibilizar los requerimientos para la creación de comisiones de investigación, así como la elaboración de un Estatuto para los presidentes de las dos Cámaras, que garantice su neutralidad mediante un trabajo más institucional.
También abogó por la reforma de la Ley Electoral para incluir listas desbloqueadas, y que se reduzca la propaganda en las campañas electorales instaurando debates obligatorios entre candidatos en los medios públicos, instando a los privados a hacer lo mismo. Zapatero, quien ofreció una conferencia en la Universidad Carlos III de Getafe ante más de 500 estudiantes, afirmó que en los últimos 25 años han cambiado en España muchas cosas, lo que menos la política, por lo que insistió en que es necesario mejorar el funcionamiento de las instituciones para que la democracia se amplie, en especial en lo que a instituciones y vida pública se refiere.