El Índice de Precios al Consumo (IPC) subió el 0'4 por ciento en septiembre, lo que situó la inflación acumulada en los nueve primeros meses del año en el 2'5 por ciento y la tasa interanual en el 3'5 por ciento, según el Instituto Nacional de Estadística. La inflación subyacente, que excluye del índice general los precios de los alimentos frescos y de los productos energéticos, aumentó el mes pasado el 0'3 por ciento, con lo que la tasa interanual quedó en el 3'5 por ciento. Así, el índice general bajó una décima en relación al dato de agosto, aunque se mantiene 1'5 puntos por encima del objetivo oficial del 2 por ciento, mientras que la tasa subyacente retrocedió tres décimas.
El secretario de Estado de Economía, Luis de Guindos, calificó el dato de «positivo» y consideró que anticipa «una moderación» de los componentes estables del índice, en tanto que los partidos de la oposición subrayaron el «descontrol» de los precios y el «fracaso» de las políticas antiinflacionistas del Ejecutivo. Los principales responsables de la inflación en septiembre fueron las prendas de vestir que, con una subida del 2'8 por ciento, elevaron el índice general dos décimas, los carburantes y lubricantes, cuyos precios aumentaron el 1'2 por ciento, y la carne de ovino, el 7'8 por ciento.
Entre los productos con repercusión negativa sobre el IPC destacan los viajes organizados, que bajaron el 8'4 por ciento y restaron más de una décima a la tasa general; los hoteles y otros alojamientos, con una caída del 12 por ciento y una repercusión de casi una décima, y la patata, que se abarató el 3'4 por ciento. Por grupos, la mayor subida correspondió al vestido y calzado, del 2'8 por ciento, seguido de la enseñanza, que ascendió el 0'7 por ciento. Los precios de vivienda, menaje y otros aumentaron el 0'3 por ciento; los de medicina, el 0'1 por ciento, y los de bebidas alcohólicas y tabaco no variaron respecto a agosto, en tanto que registraron bajadas los grupos de hoteles, cafés y restaurantes, del 0'5 por ciento.