El Gobierno y el PSOE consideran que, tras la primera semana de contactos mantenida por el lehendakari para explicar su propuesta de pacto de libre adhesión al Estado, Juan José Ibarretxe sólo ha conseguido el apoyo de sus socios de Gobierno, y se ha dado «un baño de realismo». El lehendakari terminó esta semana su ronda de contactos con una cita con la Federación territorial de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, opinó ayer que la ronda le está suponiendo a Ibarretxe «un baño de realismo». Zapatero auguró que el rechazo expresado por los empresarios y otros colectivos «le hará (al lehendakari) rectificar a fondo», e insistió en que el PSOE tiene la intención de transmitir al lehendakari «su profundo desacuerdo» con esta propuesta. A las críticas se refirió el lehendakari en su recepción anual a la sociedad vasca al afirmar que su propuesta pretende «no más violencia, sino erradicarla, no menos libertad, sino conseguirla plenamente, y no menos desarrollo económico, sino al revés».
Ibarretxe añadió que su iniciativa «busca expulsar a ETA de nuestras vidas y que no está hecha para vivir peor desde el punto de vista económico, sino al revés», añadió en referencia implícita a los temores expuestos por la patronal vasca Confebask tras la reunión que mantuvieron. A las declaraciones de Confebask se refirió el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, quien dijo que el rechazo de los empresarios a la propuesta de Ibarretxe tiene un «gran valor político» y puntualizó que al final al lehendakari le apoyarán «el PNV, EA, algún sindicato y alguna asociación de las que siempre le apoyan».