El lehendakari comenzará estos contactos recibiendo a las diez de la mañana a los representantes del sindicato ELA, mientras que por la tarde se entrevistará a las cinco y media con los dirigentes de CC OO. La ronda se reanudará esta misma semana con los encuentros que mantendrá el jefe del Ejecutivo Vasco con UGT y LAB, así como con la patronal Confebask.
Está previsto que, una vez reunido con las fuerzas sindicales y la patronal, comience a entrevistarse con los partidos políticos. A estos encuentros no acudirá el PP y el PSE-EE decidirá su posición hoy en la reunión de su Comité Ejecutivo.
Ibarretxe asegura que su propuesta de pacto de libre asociación con el Estado, «no es una propuesta nacionalista, ya que, si fuera así, pediría la independencia». «Sólo es el planteamiento del lehendakari que, de salida, concita la adhesión de tres partidos, dos de ellos nacionalistas y un tercero federalista».
El secretario de organización del PSOE, José Blanco, declaró que «no cabe el diálogo sobre el contenido de una propuesta que nosotros rechazamos», en alusión a la ronda de contactos. Blanco señaló, no obstante, que la decisión final de acudir o no a la cita de Ibarretxe la tomará la ejecutiva socialista vasca hoy lunes en Bilbao.
El Consejo Político de Izquierda Unida aprobó ayer tarde, por 89 votos a favor, 11 en contra y cinco abstenciones, la resolución presentada por el coordinador general, Gaspar Llamazares, y aprobada el pasado lunes por la Presidencia Federal. En el documento se pone de manifiesto la ausencia de coincidencia entre el Plan soberanista anunciado por el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y el proyecto federal de la formación, y que el momento elegido para presentarlo «desvirtúa su contenido». El coordinador general de IU-EB, Javier Madrazo, por su parte, rectificó el modelo de Ibarretxe al apostar por un federalismo de libre adhesión.
El portavoz del PNV, Joseba Egibar, opinó que las manifestaciones de José María Aznar en torno a que Ibarretxe ha puesto el País Vasco «rumbo a los Balcanes» demuestran que al presidente del Gobierno «el traje democrático le viene ancho» y que tiene «escaso poso democrático».