El Gobierno y los principales partidos políticos democráticos condenaron ayer el atentado que ha costado la vida en Leitza (Navarra) a un cabo de la Guardia Civil y heridas a otros agentes, y se mostraron convencidos de que el Estado de Derecho ganará la batalla al terrorismo. Las reacciones de condena al atentado de Leiza se mezclaron con las declaraciones de miembros del Gobierno y distintos responsables políticos sobre la muerte de dos miembros de ETA en Bilbao, mientras manipulaban un artefacto explosivo.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró que el único futuro de los terroristas es la prisión o ser víctimas «de su propia acción sanguinaria» y advirtió al Gobierno vasco sobre la ilegalidad de posibles actos de homenaje a los dos miembros de ETA muertos. El portavoz del PP en el Congreso, Luis de Grandes, pidió al Gobierno vasco que no permita ni facilite que «se incurra en actos de apología del terrorismo», en referencia a posibles homenajes públicos a los fallecidos.
Para el PSOE el fallecimiento de los dos presuntos etarras, muertos por su «fanatismo», debe llevar a la reflexión, pues «no merece la pena sembrar el dolor a unas familias cuando se pueden defender pacíficamente las ideas que tenga cada cual». El PSOE lanzó la misma advertencia que el PP sobre que los homenajes están proscritos y aseguró que la responsabilidad de estas muertes sólo la tiene ETA. Tanto el PNV como EA lamentaron la muerte de los dos etarras en el «trágico» hecho ocurrido en Bilbao, lo que, a su juicio, constituye un «exponente más de la espiral de violencia y sufrimiento que vive» el País Vasco.
La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) pidió a todas las corporaciones locales que convoquen este mediodía concentraciones. Entre las formaciones políticas democráticas, el PP subrayó que «este atentado, es un nuevo ataque contra el derecho y el deseo de todos los vascos y de todos los españoles a vivir en paz y libertad». En la misma línea, el portavoz socialista en el Congreso, Jesús Caldera, dijo que la muerte del guardia civil «nos llena de dolor, pero nos refuerza en la determinación de seguir luchando contra el terrorismo» y añadió que su partido mantendrá «el rumbo de la democracia frente al crimen».