El crecimiento económico del 3 por ciento en 2003 no es la base sobre la que se realizan los Presupuestos Generales del Estado, sino el objetivo que se pretende conseguir con ellos. Con esta explicación, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quiso dejar claro que las cuentas del Estado para el año que viene tienen como finalidad que la economía española siga «sorteando» la crisis internacional, creciendo por encima de la media de la zona euro, creando empleo y rebajando impuestos «para todos los ciudadanos».
El equilibrio de las cuentas de la Administración central es el resultado de un déficit del Estado y sus organismos autónomos del 0'5 por ciento del PIB y de un superávit de la Seguridad Social del mismo porcentaje. Aunque el crecimiento global del gasto será del 4'1 por ciento, hay varias partidas que aumentarán por encima de la media: seguridad ciudadana (7'4%), Justicia (6'7%), gasto social destinado a pensiones, becas y sanidad (8'2%) e infraestructuras (8'3%), en lo que el titular de Hacienda considera un esfuerzo de modernización del país.
Por primera vez, en estos Presupuestos, el Estado contará con un techo de gasto de 114.518 millones de euros, de acuerdo con la Ley de Estabilidad Presupuestaria, que obliga al 'deficit cero' a la totalidad de las administraciones públicas. Tras la aprobación de los Presupuestos de 2003 por el Consejo de Ministros, Montoro, que los llevará a las Cortes el próximo miércoles, aseguró que permitirán que España sea uno de los países «más beneficiados» de la recuperación económica mundial que se producirá el próximo año.