El PSOE acusó ayer al Gobierno de llegar tarde con un plan de lucha contra la delincuencia que además es «insuficiente» y demuestra el fracaso del Ejecutivo, mientras que el PP aseguró que la «pataleta» de los socialistas pretende ocultar el «inmenso caos» que dejaron en la seguridad tras 14 años en el poder. El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, afirmó que el nuevo plan es la constatación del «fracaso» de seis años de Gobierno del PP en esta materia y «la quiebra» de un modelo político que primaba la seguridad privada.
A su juicio, el Ejecutivo llega «tarde y mal» para responder a la inseguridad ciudadana con este plan, que incluye diversas medidas legislativas y operativas, así como un aumento en 20.000 del número de efectivos de Policía Nacional y Guardia Civil, y prevé la incorporación de las policías locales a las tareas de seguridad. El portavoz del PSOE en el Congreso, Jesús Caldera, llegó a asegurar que la iniciativa del Gobierno es «un certificado de defunción de la seguridad pública», que resulta «insuficiente por completo», por cuanto no supone el incremento de agentes de Policía y Guardia Civil en las calles.
En el mismo sentido, el secretario de Libertades Públicas, Juan Fernando López Aguilar, denunció que, tras el incremento previsto de policías y guardias civiles, «se alcanzará en 2007 la misma cifra de 1996», y consideró una «invitación a la impunidad para los extranjeros» que se dicte la expulsión de los inmigrantes sospechosos de delitos penados con menos de seis años de cárcel. También se pronunció al respecto la secretaria de Política Internacional socialista y candidata a la alcaldía de Madrid, Trinidad Jiménez, quien consideró «correcto» el plan del Gobierno, ya que incluye «propuestas que viene haciendo el PSOE desde hace dos años», aunque «llega demasiado tarde».