Aunque aún no se ha decido cuál será la pregunta que se formulará a los gibraltareños, el sentido de la consulta será confirmar «lo que todo el mundo ya sabe, que Gibraltar se opone masivamente a un proceso o acuerdo basado en la soberanía». El resultado de dicho referéndum será uno de los obstáculos a los que tendrán que enfrentarse España y Gran Bretaña en su intención de lograr un acuerdo de soberanía compartida cuyo proceso de negociaciones se ha vuelto a abrir este fin de semana con nuevas reuniones de Ana Palacio y Jack Straw que continuarán en las próximas semanas.
Peter Caruana confirmó que convocará el referéndum en la colonia británica contra el proceso negociador abierto entre España y Reino Unido sobre Gibraltar «si no en octubre, a primeros de noviembre como muy tarde». Según Caruana, la decisión y los detalles de la consulta al pueblo gibraltareño ya están cerrados, a falta de cuestiones administrativas, como el número final de votantes, el día de la semana en que se celebrará el referéndum y la redacción final de la cuestión a preguntar.
En su opinión, la consulta local servirá para confirmar «lo que todo el mundo ya sabe, que Gibraltar se opone masivamente a un proceso o acuerdo basado en la cosoberanía así como a una declaración política entre Reino Unido y España que perjudique los derechos políticos de los gibraltareños como pueblo para decidir su propio futuro».
Adelantó que tanto España como Gran Bretaña conocen la opinión de los gibraltareños en lo relativo a la soberanía, por lo que una declaración conjunta resultaría una muestra de «cinismo». Defendió además el derecho de autodeterminación de Gibraltar, porque como colonia «podemos pedir la descolonización» y además, a su juicio, dicha autodeterminación no supondría un desmembramiento del Estado español, porque, de hecho, Gibraltar no forma parte de España hoy en día.
Considera, asimismo, que el diálogo reiniciado el viernes entre los ministros de Asuntos Exteriores español y británico, Ana Palacio y Jack Straw, respectivamente, no hace más que confirmar que «el poder colonial» no tiene derecho a llegar a ningún tipo de acuerdo con nadie sin contar con el pueblo gibraltareño. Sin embargo, Palacio y Straw no cesan en su empeño por llegar a un acuerdo sobre el Peñón. La ministra mantuvo ayer una nueva conversación con su homólogo británico y adelantó que las negociaciones continuarán en las próximas semanas, si bien no se ha fijado aún una fecha para una reunión formal del llamado 'pacto de Bruselas', apuntó que se celebrará en otoño.
Aunque Palacio no concretó las fechas de las reuniones preparatorias para la reunión ministerial ni los temas que tratarán, aseguró que son una demostración de que el proceso para llegar a un acuerdo sobre el futuro estatuto de Gibraltar «no se ha estancado». Tras la reunión ayer en Elsinor, Dinamarca, que Ana Palacio calificó de «fructífera», la ministra se mostró «optimista» y convencida de que Straw tiene la voluntad «clara y concreta» de llegar a un acuerdo, no sólo la disposición «institucional». Destacó de este modo el «temperamento» que apreció en su colega y sus planteamientos como «una buena base para empezar a hablar».