El Partido Socialista ha reaccionado con indignación al anuncio que hizo el presidente de Gobierno, José María Aznar, al designar por iniciativa propia a Juan José Lucas como futuro presidente del Senado. Los socialistas consideran que el líder del partido mayoritario ha cometido una falta de respeto institucional al nombrar «a dedo» a Lucas, sin escuchar las propuestas de los senadores de la Cámara que son los que tienen potestad para tomar esta decisión. Para el Gobierno, la actitud de Aznar resulta «absolutamente normal», ya que el PP tiene mayoría absoluta en el Senado y Aznar es el presidente del Grupo Popular en la Cámara Alta.
El portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, señaló además que el PSOE no tiene un buen recuerdo del trabajo de Lucas en el Ministerio de la Presidencia y criticó su inexperiencia. «El Senado no merece a una persona como Lucas y eso condicionará nuestro voto», dijo, agregando que, con su actitud, Aznar está utilizando la Cámara Alta como comodín de los intereses políticos del Partido Popular.
El portavoz socialista en el Senado, Juan José Laborda, dijo que Aznar piensa que esta Cámara es propiedad del PP y que su Presidencia es como nombrar a un subsecretario. Por eso le recordó que para la elección de un nuevo presidente es necesario que antes cese el actual, según establece la Ley que «afortunadamente sobrevive a los delirios de grandeza del presidente Aznar».
El Gobierno no entiende tanta crítica porque todo el mundo sabe que al PP, como grupo mayoritario del Senado, le corresponde nombrar al presidente de la Cámara. El ministro portavoz Mariano Rajoy dijo que «todo en la vida se puede criticar», pero que no considera la actitud del presidente José María Aznar una falta grave, por lo que el Gobierno no entrará a polemizar en el asunto.