El presidente del Gobierno, José María Aznar, se mostró ayer convencido de que en la lucha antiterrorista «vamos en la dirección correcta» con la propuesta de ilegalización de Batasuna, aunque advirtió de que aún «tendremos que hacer muchos sacrificios». En su intervención ante los militantes de Valladolid reunidos en la cena con que tradicionalmente Aznar da comienzo al nuevo curso político, el presidente aseguró que con la iniciativa aprobada en el Congreso y que dará curso mañana el Consejo de Ministros «no nos mueve el odio» sino que se trata de «juego limpio» en democracia.
También subrayó que en esta lucha, «no tenemos más enemigos que los terroristas», por lo que «nadie más tiene derecho a sentirse perjudicado por esta iniciativa», dijo en referencia al PNV. Y frente a quienes advierten sobre las consecuencias de estas medidas, afirmó que «será inapelable el destino si no hacemos lo que tenemos que hacer». Además, aseguró lamentar "en referencia a CiU e IU" que en la votación del Congreso «no todos hayan estado a la altura de las circunstancias» y que hayan «perdido la oportunidad de votar sí a la libertad frente al terror» apoyando una iniciativa que era «imprescindible y conveniente».
Aznar explicó que, tras 25 años de vivir en un «marco constitucional», existe una «madurez democrática» que se defiende de quienes quieren acabar con ella» tomando la iniciativa de pedir la ilegalización de un partido político. «Es una España sin complejos, madura, que no tiene que pagar peaje». Señaló que, en los últimos días, «estamos viendo mucho odio; en los gritos, en las pancartas, en las amenazas» y explicó que se trata de «el odio de los que saben que pierden la impunidad».
Aseguró que los incidentes en el País Vasco le recuerdan a la frase de un joven nazi citado en el libro «El III Reich», de Michael Burleigh, quien decía que «es realmente estupendo poder pegar sin que te devuelvan el golpe», y consideró que «ese mismo odio y esa misma impunidad es la que estamos combatiendo aquí». Explicó que las «imprescindibles» medidas acordadas no van a «acabar ya» con el terrorismo, admitió recordando el atentado en Santa Pola; «aunque tomemos esas medidas tenemos que estar dispuestos a hacer sacrificios» porque queda mucho por hacer.