El gasto en seguridad ciudadana crecerá el próximo año por encima del 4 por ciento, según el porcentaje medio de gasto previsto en el proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2003 que ultima el ministerio de Hacienda. El importe global se situaría así por encima de los 5.000 millones de euros. Así lo anunció ayer su titular, Cristóbal Montoro, que indicó que ésta será una de las partidas prioritarias del Gobierno como consecuencia del aumento de la delincuencia. El ministro adelantó además que los PGE del próximo año contemplan un aumento de los ingresos del orden del 5'5 por ciento.
El ministro recordó que en los presupuestos de este año la dotación económica destinada a la seguridad ciudadana ascendió a 4.822 millones de euros. El ministro dijo, además, que la Reforma del Impuesto sobre la Renta permitirá bajar los impuestos el próximo año en 3.000 millones de euros, lo que se traducirá en una reducción de las retenciones de los salarios y de las pensiones. Rechazó que esta reducción beneficie únicamente a los contribuyentes con rentas más altas, como señala el PSOE, y aseguró que si ese partido «de verdad está de acuerdo con bajar el IRPF, que apoye la propuesta del Gobierno».
Montoro indicó que otras partidas presupuestarias que también crecerán en 2003 por encima del gasto medio serán las orientadas a consolidar la protección social, la inversión pública en innovación tecnológica e infraestructuras y las políticas a favor de la mejora de la gestión tributaria y de la administración de Justicia. El ministro señaló que los PGE de 2003 contemplarán un incremento de los ingresos del 5'5 por ciento, que está asegurado por el crecimiento «más sólido y fuerte» de la economía española en 2003, y adelantó que la inversión pública crecerá entre el 5'5 y el 6 por ciento, un aumento que, según dijo, será compatible con la consecución del equilibrio presupuestario.
En cuanto a los impuestos especiales, avanzó que la intención del Ministerio de Hacienda es congelar el próximo año los principales tributos, por lo que afirmó que los presupuestos del año 2003 marcarán «una estrategia de contención» de impuestos. «El próximo año estaremos en un periodo de aceleración del crecimiento, que se corresponderá con la evolución de los ingresos tributarios, que también crecerán de acuerdo con lo que lo hará la economía en términos nominales, esto es, entorno al 5'5%», señaló.
El ministro adelantó además novedades en la propuesta del Gobierno sobre el nuevo modelo de financiación local, que entrará en vigor el 1 de enero de 2003. Esta propuesta contempla la cesión a los ayuntamientos de un porcentaje de los grandes impuestos estatales: IRPF, IVA e Impuestos Especiales. La cuantía que se cederá a las corporaciones locales se establecerá teniendo en cuenta la población de los municipios y el tamaño y la entidad de los ayuntamientos.