El ex banquero Mario Conde regresó ayer a la cárcel madrileña de Alcalá Meco, donde ya ha estado ingresado en dos ocasiones anteriores como consecuencia de las irregularidades cometidas al frente de Banesto, aunque la estancia más larga fue por su condena en el caso Argentia Trust. Con este último ingreso en prisión, los ex responsables de Banesto ponen fin al largo periplo judicial de este caso, que se inició el día de los Inocentes de 1993, cuando el Banco de España cesó a todo el consejo de administración del banco.
Justo un año después, el 23 de diciembre de 1994, Conde fue llevado a Alcalá Meco acusado de apropiación indebida, estafa de 7.000 millones de pesetas, falsedad documental y maquinación para alterar el precio de las cosas, cargos que se le imputaban por su gestión al frente del banco, a cuya presidencia accedió a finales del año 1987. Con su entrada en la cárcel se rompía la imagen de Mario Conde como financiero de éxito y joven ambicioso capaz de alcanzar la cúpula del sistema financiero, vetado para todo aquel que no procediera de las tradicionales familias financieras.
Mario Conde regresó a la cárcel de Alcalá Meco a consecuencia del caso Argentia Trust, una operación que fue instruida y juzgada de forma separada del caso Banesto y en la que se le acusó y condenó por una apropiación indebida de 600 millones de pesetas pertenecientes al banco. No obstante, su ingreso en prisión no se hizo efectivo hasta el 26 de febrero de 1998, cuando el Tribunal Supremo confirmó los cargos y le condenó a cuatro años y seis meses de cárcel. El ex banquero -que ya estaba inmerso en el juicio por el caso Banesto- salió de Alcalá Meco el 10 de agosto de 1999, tras cumplir las tres cuartas partes de la condena.