Entre los ocho detenidos en París del GRAPO (Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre) se encuentra el jefe del aparato militar de la banda, Fernando Hierro Chomón "que fue capturado en el distrito V de la capital francesa", y el responsable de los comandos, Marcos Martín Ponce, quien sucedió en ese puesto a Fernando Silva Sande, detenido aquí en noviembre de 2000. Otros seis miembros de la banda, creada en 1975 y a la que las autoridades españolas atribuyen más de 80 asesinatos, fueron arrestados en España (Madrid y Vitoria).
El 9 de noviembre de 2000, junto a Silva Sande habían sido arrestados en la región de París el líder ideológico e histórico de la banda, Manuel Pérez Martínez, alias «Camarada Arenas», y otros cinco activistas. En la operación de ayer, la policía se ha incautado de listas eventuales de objetivos, documentación, falsos papeles, materiales para cometer atentados, y mucho dinero en efectivo, dijeron fuentes próximas a la investigación.
Entre los materiales confiscados hay elementos que hacen pensar que los GRAPO podían preparar acciones contra autoridades francesas, indicó el canal de televisión «LCI». Además de los dos ya citados y de Gema Rodríguez Miguel, supuesta responsable de una de las células de los grupos armados y de la recomposición de la banda, fueron detenidos en París Josefina García Aramburu y Joaquín Garrido González (de la cúpula política); Marcos Manuel Regueira Fernández y Belén López Calderín (relaciones externas), y María Àngeles Ruiz Villa.
Los arrestados, cuyas edades oscilan entre los 25 y los 57 años, fueron puestos bajo custodia en los locales de la División Nacional Antiterrorista (DNAT), agregaron las fuentes. El ministro español de Interior, Àngel Acebes, explicó que Hierro Chomón, Martín Ponce y Rodríguez Miguel se habían ocupado de reorganizar la dirección y los comandos de la banda desde la desarticulación llevada a cabo en noviembre de 2000. Dijo que el comando estaba preparándose para perpetrar alguna acción en España y que tenía los medios «para llevarlo adelante». La operación fue posibilitada por la labor de los servicios de información de la policía francesa y la Guardia Civil española, que localizaron e identificaron a los que eludieron el arresto en noviembre de 2000 o a los que tomaron el relevo de los cabecillas capturados entonces, explicaron las fuentes en París.
Las investigaciones realizadas a partir de esa fecha revelaron que Francia podía servir de «retaguardia» de la banda y que ésta no estaba del todo desmantelada, indicaron las fuentes. Ante la evidencia de que la banda podría empezar a actuar, el juez Baltasar Garzón dictó órdenes internacionales de búsqueda y captura de los terroristas localizados.