El 60 por ciento de la población vasca ha expresado su rechazo frontal a la banda armada ETA, una cifra que alcanza la cota máxima de hace dos años, según se desprende del Euskobarómetro dirigido por Francisco Llera quien destacó que, por primera vez en 20 años, ha desaparecido el apoyo explícito y total a los terroristas, incluido el electorado de EH. El estudio, elaborado por un equipo de investigación de la Universidad del País Vasco, señala también que seis de cada diez vascos cree «desaconsejable, perjudicial y antidemocrática» la ilegalización de Batasuna, y suspende a PP y PSOE por su posición ante la Ley de Partidos, si bien sus votantes les respaldan mayoritariamente.
La encuesta, realizada entre los días 15 de mayo y 10 de junio de 2002 a través de 1.200 entrevistas, arroja un clima social «escéptico y pesimista» ante la situación política, sobre todo por el agravamiento de la violencia terrorista, tanto la de ETA como la callejera, frente a la sensación mayoritaria de «optimismo» económico. Las principales preocupaciones de la sociedad vasca son el paro, el terrorismo y la violencia. Seis de cada diez manifiestan su rechazo frontal a la banda armada y, por primera vez en dos décadas, desaparece el apoyo explícito y total a ETA, incluído el electorado de EH. El 72 por ciento de los votantes de la plataforma abertzale apoya los fines de la organización terrorista, pero no sus medios, mientras que sólo un 2 por ciento mantiene una «justificación crítica» reconociendo sus errores.
La Ley de Partidos y la ilegalización de Batasuna también aúna a una mayoría de vascos que se oponen. Del 60 por ciento que considera «desaconsejable» para la política vasca esta medida, la mayoría se definen votantes de Batasuna y tres de cada cuatro de PNV, EA e IU-EB. La postura de socialistas y populares ante la ley no es tampoco ampliamente aceptada. Pero el 90 por ciento de los vascos, incluído el 78 por ciento de los electores de EH, comparten de forma casi unánime la gravedad de los ataques, amenazas y persecuciones a que son sometidos determinados sectores sociales y políticos. «La situación es tan grave -señaló el director del Euskobarómetroque para casi cuatro de cada diez vascos hay localidades donde todos los partidos democráticos deberían ir juntos formando candidaturas unitarias. De éstos, los electores de PP (67 por ciento) y de PSE-EE (57 por ciento) apoyan esta opción con más intensidad», dijo.
Una proporción similar de vascos piensa incluso que hay localidades en las que no se dan las condiciones para celebrar elecciones municipales, ya que una parte importante sigue sin sentirse libre para expresarse políticamente y, sobre todo, la mayoría sigue manifestando miedo a participar activamente en política. Llera asegura que esa parte «atemorizada y sin libertad» sigue siendo la que no piensa o siente nacionalistas. Por ello, el 40 por ciento de los vascos estima que en los municipios en los que hay dificultades para que haya elecciones, sus ayuntamientos deberían constituirse mediante gestoras consensuadas entre los partidos democráticos, siendo, de nuevo, los votantes populares (64 por ciento) y, en menor medida, los socialistas (49 por ciento) los que respaldan esta opción.