El Congreso aprobó ayer 39 resoluciones como conclusión del debate sobre el estado de la nación, casi todas ellas del PP, CiU o CC, y rechazó las del resto de formaciones salvo una del PSOE y el grupo popular sobre el País Vasco y otra de todos los grupos contra la ocupación por Marruecos de isla Perejil. Además de estas dos últimas, el pleno de la Cámara aprobó catorce del PP, siete más pactadas por este grupo y CiU, seis del grupo catalán, cuatro auspiciadas por PP y CC y seis de los diputados canarios.
De esta forma, el PP pudo recomponer el apoyo de sus socios tradicionales, especialmente con CiU, a pesar de que ambos grupos presentaron por separado sus mociones por primera vez desde 1996 debido al «período de reflexión» que el Partido Popular decidió abrir con sus socios de legislatura a finales del pasado mes de junio. El grupo popular rechazó todas las propuestas presentadas por los socialistas, como ya hiciera el pasado año, aunque logró pactar una resolución de rechazo del acuerdo de autogobierno aprobado por el Parlamento vasco la pasada semana.
En esta resolución conjunta, se reclama al Gobierno que «garantice la legalidad que emana de la Constitución y el Estatuto de Autonomía del País Vasco» y que impulse acciones para el desarrollo del marco estatutario en colaboración con el Ejecutivo del lehendakari, Juan José Ibarretxe. Este acuerdo entre los dos partidos mayoritarios se pactó después de que el presidente del Gobierno, José María Aznar, y el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, expresaran el lunes, en sus respectivas intervenciones en el debate, una postura similar ante la resolución de la Cámara vasca.
El PP se apoyó en su mayoría para desestimar todas las demandas hechas por el PSOE y el resto de formaciones de izquierda en materia social y económica. Los socialistas planteaban en sus iniciativas medidas como la ampliación de los supuestos del aborto y de la eutanasia, el matrimonio entre homosexuales, la retirada del proyecto de ley sobre calidad de la enseñanza y un plan de choque contra la criminalidad.
Planteaban también un amplio conjunto de propuestas destinadas a la «transparencia» de la actividad económica, a la «regeneración democrática» y al mayor control del Gobierno. Además, los votos del PP sirvieron para desestimar todas las propuestas presentadas por los partidos nacionalistas, en especial CiU y PNV, en las que se demandaba la presencia regional en la UE, el traspaso en bloque de competencias a las Comunidades y mayores cuotas de autogobierno, así como el reconocimiento al derecho de autodeterminación.