A pesar de los llamamientos del Gobierno español y también de la Unión Europea para que Marruecos se retire inmediatamente del islote Perejil, las autoridades marroquíes anunciaron ayer su decisión de mantener «por ahora» un destacamento militar en Perejil. El ministro marroquí de Asuntos Exteriores, Mohamed Benaisa, leyó una declaración con razonamientos históricos que tratan de justificar la soberanía de Marruecos sobre el territorio.
La declaración afirma que desde el final del Protectorado español sobre la zona norte del reino de Marruecos, en 1956, ha habido una presencia de las fuerzas de seguridad marroquíes en el islote hasta 1970 y que a partir de esa fecha han sido desplegados allí destacamentos militares «siempre que ha sido necesario, en función de las exigencias de seguridad». La declaración subraya que Perejil «no forma parte del contencioso territorial que subsiste entre Marruecos y España» sobre la soberanía de Ceuta y Melilla y que la presencia de «un grupo reducido de elementos de las fuerzas de seguridad marroquíes» en el islote «no constituye para nada una modificación de los elementos de dicho contencioso».
«Queremos definir el 'statu quo' porque la situación no está clara y creo que podemos lograrlo dialogando con nuestros amigos españoles», dijo el jefe de la diplomacia marroquí en respuesta al presidente del Gobierno, Aznar, que comenzó ayer su intervención durante el Debate del Estado de la Nación, refiriéndose a la situación creada por parte de Marruecos, y advirtió a Rabat de que «España no aceptará hechos consumados», recibiendo el apoyo y respaldo de la Cámara ante la nueva crisis hispano-marroquí.
El Gobierno español ha rechazado los argumentos expuestos por Marruecos para explicar la ocupación, por lo que insta al Ejecutivo marroquí a que restablezca la situación anterior al pasado día 11 y retire a sus militares del islote. Así lo afirmó ayer Mariano Rajoy, destacando que la nota marroquí «no contiene ningún anuncio sobre medidas conducentes al restablecimiento de la situación anterior a los hechos y no atiende a la reclamación española que se hizo hace unos días».
La OTAN considera que la ocupación del islote de Perejil es «una acción inamistosa que perturba el status quo» y es «contraria» al Tratado de Amistad, Cooperación y Buena Voluntad de 1991 entre España y Marruecos, por lo que «el status quo debería restablecerse inmediatamente en interés de todos».