La Comisión Europea (CE) expresó ayer a la embajadora de Marruecos ante la UE su «gran preocupación» por la situación en Perejil y alertó de que si el problema no se resuelve rápidamente ello podría dañar las relaciones entre la Unión Europea y el país africano.
El Ejecutivo comunitario informó en un comunicado de que tomó la «iniciativa» de conversar con la embajadora de Marruecos ante la UE con motivo de los acontecimientos en el islote de Perejil, ocupado el jueves por la noche por militares marroquíes. «En nombre del comisario europeo de Relaciones Exteriores, Chris Patten, quien no se encuentra en Bruselas, su jefe de gabinete le expresó la gran preocupación de la Comisión Europea sobre la situación en Perejil», subrayó el Ejecutivo comunitario en el comunicado.
El representante de Patten le dijo que «si ese problema no se resuelve rápidamente, ello podría tener consecuencias dañinas para las relaciones entre la Unión Europea y Marruecos». «No obstante, la UE espera que los intensos esfuerzos se mantengan este fin de semana para resolver el problema», agregó la CE, que pidió a la embajadora de Marruecos, Aisha Belalbi, que le mantenga informada sobre los avances. Según precisó Gunnar Wiegand, portavoz de Patten, el contacto entre la Comisión Europea y la embajada de Marruecos ante la UE fue telefónico y tuvo lugar entre Anthony Cary, jefe de Gabinete del comisario de Relaciones Exteriores, y el «número dos» de la embajada marroquí.
Por su parte, la OTAN considera que el incidente es «un asunto puramente bilateral que no le concierne» y «no tiene motivos para implicarse», según afirmó un portavoz aliado. «Se trata de una cuestión puramente bilateral que no concierne a la OTAN», declaró Yves Brodeur, portavoz de la Alianza Atlántica.
Según Brodeur, «se trata de un territorio que se disputan las dos partes. Es un asunto bilateral y no nos vamos a involucrar».