El ministro de Fomento, Francisco Àlvarez-Cascos, se resiste a dejar morir la polémica sobre el nombramiento de los candidatos del PP. En respuesta al secretario general del partido, Javier Arenas, Àlvarez-Cascos aseguró que él no ha impulsado familias o «grupos casquistas» en el seno del partido. Pese a que todas las partes tratan de zanjar la polémica, el titular de Fomento insistió en que los candidatos del PP deben elegirse «como siempre».
Arenas trató de dar carpetazo al asunto destacando la cohesión interna del PP, asegurando que sólo hay un partido y que no hay ni habrá familias dentro de él. «Eso será un aviso para los que han hablado de familias, porque yo nunca he usado esa palabra», dijo Àlvarez-Cascos en un acto del PP sobre la Presidencia española de la UE en el que también estuvo el secretario general del partido, con el que habló en varias ocasiones. «Que se haga una advertencia a las guerras entre familias está muy bien, pero el ministro de Fomento jamás ha liderado procesos de familias ni tiene grupos casquistas», dijo Àlvarez-Cascos, no dándose por aludido por las palabras de Arenas. El ministro, eso sí, contó con el respaldo de muchos militantes del partido que le aplaudieron a su llegada a la sede de la calle de Génova.
La voluntad conciliadora que en los últimos días han mostrado tanto el ministro de Fomento como el secretario general del PP también estuvo presente en las palabras de Alvarez-Cascos. Así, pidió que no se le acuse «de no sé qué teorías conspiratorias», y, en tono irónico, dijo que también podría hablarse de una «crisis en política cultural y deportiva», ya que él es seguidor del Sporting de Gijón y admira a Goya, mientras que José María Aznar es del Real Madrid y prefiere a Velázquez.
Más en serio, el ministro de Fomento mantuvo los planteamientos que abrieron la crisis. Aunque se mostró partidario de que el PP no tenga «títulos de antigüedad», sí dijo que hay que respetar la veteranía. Añadió que luchar por las candidaturas «es un ejercicio noble y digno de la política», pero que una vez elegidos deben respetarlos todos.