El Pleno del Congreso rechazó ayer con los votos del PP y sus socios CiU y CC, las seis enmiendas de totalidad presentadas por el PSOE, IU y los partidos del Grupo Mixto CHA, BNG, IC-V y ERC contra el proyecto de ley de reforma parcial del IRPF.
Con el rechazo de estas enmiendas "apoyadas por el PNV" en las que se solicitaba la devolución al Gobierno de este proyecto de ley de reforma parcial del IRPF, la iniciativa superaba su primer trámite en el Congreso de los Diputados para continuar después del verano.
El debate fue especialmente agitado e incluso el diputado socialista Jordi Sevilla abandonó el hemiciclo mientras le replicaba el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. El debate comenzó con un discurso de Montoro recalcando que el nuevo IRPF favorecerá a todos los contribuyentes y más a los de menores rentas, a las familias, a los mayores y a los minusválidos.
Los seis partidos que pidieron la devolución al Gobierno del proyecto de ley alegaron que el nuevo IRPF será más «regresivo» y beneficiará más a los ricos perjudicando a los pobres. En su intervención, Montoro recordó que el nuevo IRPF aportará «cinco décimas de crecimiento» al PIB, generando 65.000 empleos.
«Todos se verán beneficiados», dijo, al reducirse las retenciones según la tarifa -que quedará en cinco tramos-. Además, los tipos marginales bajarán en tres puntos, respectivamente, hasta el 45 por ciento, el máximo; y hasta el 15 por ciento, el mínimo.
El ministro añadió que las pensiones de 12.000 euros anuales verán reducidas las retenciones en unos 42 euros al mes, y más de la mitad de los contribuyentes, los de menores rentas, reducirán sus retenciones en más del treinta por ciento.