El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, descartó ayer la posibilidad de presentar una moción de censura al Gobierno si éste no reacciona tras la huelga general del 20-J, aunque reconoció que su partido está manejando «diversas hipótesis».
Rodríguez Zapatero se mostró convencido de que el problema «de fondo» que ha motivado la huelga general es que tras varios años de «poderoso crecimiento económico» no ha habido «una distribución suficiente de la riqueza», y defendió la necesidad de acabar con la conflictividad social con «un gran Pacto Social para la Productividad de nuestra economía».
Este Pacto comprometería al Gobierno, los sindicatos y las comunidades autónomas, incluiría una reforma del sistema de formación laboral y un Plan Nacional de Convergencia en materia de acceso a las Nuevas Tecnologías, de cinco años de duración y con una inversión pública y privada en torno a los 2 billones de pesetas.
A juicio del líder socialista, el problema central de la economía española es su baja productividad, debido al bajo nivel de incorporación de nuevas tecnologías «en la empresa, en la educación, en la vida social en general», y eso exige «un gran esfuerzo inversor, como en su día este país lo necesitó para hacer autovías y autopistas».
Preguntado por la moción de censura que ha propuesto IU al PSOE, Rodríguez Zapatero subrayó que si el Gobierno no reacciona tras el 20-J, «el PSOE sí lo hará, pero no a impulsos de lo que otras fuerzas políticas puedan poner encima de la mesa».