El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, dijo ayer que el Ejecutivo no ha elaborado un anteproyecto de ley de huelga, «porque no toca», y los sindicatos manifestaron su rechazo a una posible modificación de esa legislación.
Esta polémica surgió a raíz de unas declaraciones de Aparicio en las que destacaba la necesidad de reformar el decreto de 1977 que regula el derecho a la huelga y añadía que, si los agentes sociales no toman la iniciativa, «el Gobierno deberá abordar la cuestión».
El ministro recordó ayer que en el pasado ha habido problemas a la hora de fijar los servicios mínimos, pero en cualquier caso se mostró partidario de que los agentes sociales practiquen «la autorregulación» en situaciones de conflicto.
El secretario general de CC OO, José María Fidalgo, calificó las afirmaciones del ministro de «colmo del desvarío», «despropósito» y «salida de pata de banco» y consideró que, de esta forma, «el Gobierno está caldeando el ambiente en perjuicio suyo».
En opinión del secretario general de UGT, Cándido Méndez, hablar «en pleno conflicto» de modificar la regulación del derecho a la huelga «suena a amenaza y a otro decretazo», y podría ser «una coartada por anticipado para justificar la imposición de unos servicios mínimos abusivos».
Según el vicepresidente segundo y ministro de Economía, Rodrigo Rato, las declaraciones de Aparicio aluden a que la normativa que regula el derecho a la huelga «está en una situación muy antigua» y apuntan a su posible modernización, «pero no ligadas a un hecho concreto».