El portavoz de Batasuna, Arnaldo Otegi, achacó ayer su expulsión ayer de Francia a presiones del Gobierno de Aznar. El dirigente abertzale acusó al Ejecutivo español de pedir expresamente al francés que «hiciera algo» para impedir su presencia en un mitin que iba a celebrar Batasuna en Baiona, por lo que el Gobierno galo «desempolvó una orden de expulsión de hace casi 20 años por razones políticas».
Otegi consideró además que su expulsión de Francia ha sido una respuesta del Gobierno a la sentencia del Tribunal Supremo que archivó la querella contra él y la pastoral de los obispos vascos.
El portavoz abertzale aseguró que en muchas ocasiones en las que ha estado en el País Vasco francés ha sido abordado por la policía gala y nunca le mostró la orden de expulsión. Otegi se preguntó además si las órdenes de expulsión «deben ser a perpetuidad», y añadió que la suya fue revocada por el tribunal de Pau, aunque, según le dijo ayer la policía francesa, el Consejo de Estado revocó a su vez esta resolución.
Pese a todo, Batasuna comprobará si sigue vigente en el plano jurídico la orden de expulsión del Estado francés dictada en 1984 contra el dirigente abertzale, por la cual fue expulsado ayer de Francia, y si es posible aplicarla hoy en la Europa de la libre circulación. Además de la vía jurídica, Batasuna se pondrá en contacto con la Asamblea Nacional francesa para ver que hay detrás de lo sucedido.
Otegi relató que cuando salió de su casa en Elgoibar fue seguido al menos por dos vehículos, probablemente de la Guardia Civil, y al llegar a la frontera de Biriatou vio un operativo escandalosos de la policía judicial francesa que, según dijo, no le detuvo, sino que le condujo a unas dependencias para informarle de la orden de expulsión.