Las autoridades marroquíes impidieron ayer la entrada en el país de una delegación española formada por cargos públicos y periodistas que pretendían visitar el Sáhara Occidental, argumentando que no tenían autorización para hacerlo. Los miembros del grupo, que niegan esa circunstancia, después de permanecer horas al sol «sin siquiera una botella de agua y sin poder ir al baño», fueron obligados a regresar a España.
Según relató el diputado del PNV en la Cámara vasca Txomin Aurrekoetxea, el Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí autorizó a un grupo de quince personas, formado por políticos y periodistas, a realizar una visita al Sáhara Occidental, donde tenían intención de entrevistarse con algunas de las autoridades locales designadas por Marruecos, responsables saharauis y miembros de la Misión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sáhara Occidental (MINURSO).
Tras aterrizar ayer en el aeropuerto Hassan II de El Aaiún a bordo de una avioneta, las autoridades marroquíes les pidieron los pasaportes y les indicaron que no tenían autorización para realizar la visita, por lo que les inmovilizaron en la pista durante cerca de tres horas, «a pleno sol, sin ningún tipo de atención como puede ser agua, y sin permitirnos ni ir al lavabo».
Pasado ese tiempo, les devolvieron los pasaportes y les obligaron «a empujones» a volver al aeropuerto y a regresar acto seguido a España, amenazando a la compañía aérea dueña de la avioneta con represalias. Su destino fue Las Palmas de Gran Canaria. Nuestra intención era mantener una huelga de hambre en la pista internacional todo el tiempo que pudiéramos, pero finalmente nos han obligado por la fuerza a meternos en la avioneta y a regresar a España», indicó el diputado vasco.