Los grupos parlamentarios de IU, PNV y cinco de las formaciones del Mixto "BNG, CHA, IC-V, EA y ERC" pedirán hoy la devolución del proyecto de ley de Partidos Políticos pactada por PP y PSOE, en el debate de las enmiendas de totalidad que se celebrará ante el pleno del Congreso. El de hoy será el primer debate que haya en el Congreso sobre la reforma de la ley de Partidos Políticos, cuyo dictamen definitivo quedará aprobado por el pleno el próximo 4 de junio, para que de este modo, el Senado pueda darle el visto bueno definitivo, por la vía de urgencia, en la sesión convocada el día 25 de ese mismo mes. CiU, que ha apalabrado su apoyo al texto definitivo de la ley si se tienen en cuenta sus planteamientos, votará a favor de la enmienda de devolución del PNV al estar de acuerdo con su espíritu, mientras que PP, PSOE y CC votarán en contra. Sin contar los votos de CiU, los grupos que rechazarán el proyecto de ley suman 23 diputados, lo que supone un 6'5 por ciento de la representación total de la Cámara.
Convergencia i Unió justificó ayer su apoyo a la enmienda a la totalidad del PNV contra la ley de partidos en su deseo de no «marginar» al PNV, y negó que su decisión de respaldar al mismo tiempo el texto definitivo acordado por PP y PSOE sea «incongruente». Mas puntualizó que, si se aceptan las enmiendas parciales de CiU al texto del proyecto de ley, «sólo se podrá aplicar (la ley) a aquellos partidos que fomentan la violencia y no otros». «En España alguien tiene que hacer un gesto en la línea de decir que la solución del conflicto vasco no puede pasar al margen del PNV, mayoritario en Euskadi y que siempre ha apostado por las vías democráticas y pacíficas, por lo que hay que tenerlo en cuenta», dijo Mas.
El PNV, por su parte, reconoció que «ha habido chispazos» entre su partido y CIU por la Ley de Partidos, pero señaló que está haciendo «especiales esfuerzos, y también CIU, para que no se rompa» la relación entre ambos. Iñaki Anasagasti abogó también por «proteger» la relación política y personal que mantienen ambas formaciones porque, según dijo, «hay una cruzada para aislarnos», y reconoció que una posible ruptura de relaciones entre ambos partidos «sería muy dañosa y lamentable para lo vasco». Gobierno y PP advirtieron por su parte que CiU es víctima de sus «complejos nacionalistas» y consideraron que su doble estrategia es una equivocación y «produce confusión», en vísperas del debate de enmiendas a la totalidad.