Las duras críticas del PNV a la Ley de Partidos han provocado una respuesta contundente desde el Gobierno. El detonante del último cruce de declaraciones fueron las palabras del presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, que afirmó que sólo las tanquetas podrían sacar por la fuerza a Batasuna de la Cámara, ya que los abertzales están respaldados por sus votantes a los que representan legitimamente. En respuesta, el ministro de Justicia, Angel Acebes, acusó a los nacionalistas vascos de mentir a los ciudadanos sobre el contenido de la reforma de la normativa.
Juan María Atutxa criticó la reforma de la Ley de Partidos proyectada por el Gobierno. A su juicio, no se puede elaborar una norma así sólo para ilegalizar un partido. El dirigente nacionalista afirmó que «no hay fuerza» que pueda quitar la representación en la Cámara a la coalición abertzale, si no es «por las tanquetas». Para Atutxa, evitar que Batasuna estuviera en el Parlamento, sería adentrarse en una situación de «decisiones por la fuerza cuasitotalitaria». «Una cosa es la ilegalizacion anunciada y anticipándose a la decisión de los tribunales y otra cosa es que, por esa vía, se pretenda también echar a la calle a un grupo parlamentario».
Mientras, el consejero de Justicia del Gobierno Vasco, Joseba Azkarraga, presentó informes jurídicos sobre la reforma de la Ley de Partidos que calificó de «dislate jurídico y político» en la que se «utiliza la existencia del terrorismo para actuar contra las ideas». Anunció que estudian recurrir la normativa ante instancias europeas, aunque descarta hacerlo ante el Constitucional al no creer en su imparcialidad.
En respuesta, el titular de Justicia, Àngel Acebes, calificó como «dramática» la posición y declaraciones del PNV por su negativa a expulsar a Batasuna del Parlamento de Vitoria y señaló que, una vez más, con las declaraciones de Atutxa, el PNV se ha puesto otra vez «al lado y en defensa de Batasuna». En la misma línea, el ministro de Interior, Mariano Rajoy, aseguró que el PNV en la lucha contra el entorno de ETA «no está haciendo nada».