El Gobierno, el PP y el PSOE mantuvieron ayer una «comunicación constante» para ajustar sus posiciones en un intento por consensuar la reforma de la Ley de partidos políticos antes de que concluya hoy el plazo de presentación de enmiendas, que en opinión del Ejecutivo debe respetarse y del PSOE ampliarse. Tanto el presidente del Gobierno, José María Aznar, como el ministro de Justicia, Angel Acebes, y el secretario general del PP, Javier Arenas, expresaron su deseo de que el texto de la Ley concite «el mayor consenso posible», pero subrayaron la necesidad de que las negociaciones con los demás partidos concluyan antes de hoy.
El presidente del Gobierno, José María Aznar, instó ayer a alcanzar un acuerdo amplio sobre la Ley de Partidos con la mayor celeridad posible y «sin retrasos». Advirtió también que están fuera de lugar las acusaciones de los nacionalistas vascos cuando aseguran que el Gobierno quiere ilegalizar ideas. Aznar advirtió que el Gobierno tiene el objetivo de «erradicar el terrorismo» de España y esto supone, añadió, las iniciativas necesarias para ilegalizar a Batasuna, ya que en su opinión este partido «forma parte del conglomerado del terror en España».
Por su parte, el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, advirtió al Gobierno y al PP de que la política, en temas «tan serios» como la ley de partidos, «no se hace poniendo plazos finales ni límites infranqueables», y añadió que esa actitud es «un insulto» al proceso de diálogo. De hecho, el PSOE tiene presentada desde el pasado viernes una petición de ampliación de plazo hasta el próximo 20 de mayo de presentación de enmiendas al articulado. Dicha opción deberá ser decidida hoy en la reunión de la Mesa del Congreso y "según fuentes del PP" podría ser considerada dependiendo de los avances en las negociaciones y siempre que no implique un retraso en el calendario que prevé que la Ley esté aprobada antes las vacaciones de verano.
Zapatero subrayó que la nueva ley de Partidos debe dejar claro que tiene el objetivo de ilegalizar los «comportamientos de aquellos que amparan la violencia, secundan el terrorismo y le sirven de instrumento» y no de ilegalizar «ideas o planteamientos políticos». Zapatero rehusó dar detalles sobre el Estado de las negociaciones entre su partido, el Gobierno y el PP para reformar esta norma. «Estamos en un momento de diálogo y como la voluntad del PSOE es de llegar a acuerdos, la discreción y la prudencia son una garantía del mantenimiento de esa voluntad», argumentó.
El PSOE remitió anoche al PP un nuevo escrito con la redacción definitiva de algunos de los artículos de la reforma de la ley de partidos sobre los que han girado las conversaciones entre ambos partidos. Fuentes socialistas informaron de que la nueva propuesta socialista fue redactada tras una reunión en la que participaron el portavoz parlamentario, Jesús Caldera; el diputado y miembro de la Comisión de Seguimiento del Pacto Antiterrorista Alfredo Pérez Rubalcaba, y el portavoz de la comisión parlamentaria Constitucional, Diego López Garrido. Las principales divergencias entre PP y PSOE se centran en la retroactividad de la norma y en la institución que debe iniciar el trámite para la ilegalización de un partido político, aunque en los últimos días las dos partes han reconocido que se han producido avances para la consecución de un acuerdo final.