El ex presidente del Gobierno Felipe González aseguró ayer que sus declaraciones sobre el proyecto de José Luis Rodríguez Zapatero fueron malinterpretadas y aclaró que, a su juicio, el actual líder del PSOE tiene «muchas más ideas que todo lo que circula en la política nacional». Tras la polémica que motivaron sus declaraciones, González explicó ayer qué quiso decir cuando afirmó que «está por demostrar que hay un nuevo proyecto con contenido de ideas».
González aseguró que no se ha hecho una interpretación correcta de sus manifestaciones, aunque reconoció que «puedo haberme equivocado al expresarlo». «Lo que yo quería decir es que es evidente que el relevo está hecho y una vez que el relevo está hecho, e incluso que el relevo está hecho quedándose tranquila alguna gente que hemos tenido responsabilidad durante muchos años porque está claramente en buenas manos», pero «eso hay que llevarlo a la práctica», dijo González, quien insistió en su idea de que el líder del PSOE «tiene que ganar para que el proyecto tenga contenido».
González recalcó además que en los dos años que lleva la nueva dirección socialista «el partido está mejor que hace muchos años y ha recuperado mucha distancia hasta ponerse yo creo que muy próximo al PP, incluso con unas claras posibilidades de ganar». Una vez hechas estas declaraciones, Zapatero dio por buenas las matizaciones del ex presidente del Gobierno y aseguró que González ha aclarado «de una manera muy evidente» y «contundente» la polémica. El líder socialista, quien consideró que el asunto «no da más de sí», insistió en que mantiene un diálogo «muy fluido» con Felipe González y también que sabe «qué es lo que piensa y lo que siente», y señaló que las palabras pronunciadas ayer por el ex presidente del Gobierno no le habían molestado «en absoluto».
No obstante, Zapatero dijo que le «congratula» que su antecesor «diga que el PSOE en este tiempo, desde el XXXV congreso, bajo mi dirección, ha recuperado muchísimo crédito social» y además que afirme que «se ha cohesionado como no hacía desde hace años». Otro de los aludidos por González, el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono, de quien González dijo que fue su candidato, señaló que el 35 Congreso es ya una página pasada y reiteró su apoyo a Zapatero. Bono calificó de torpeza la crítica de González a Zapatero.
Bono aseguró además que ayudará a Zapatero en lo que quiera, opinó que su proyecto «no solamente existe sino que a muchos es lo que nos hace seguir trabajando con ilusión» y afirmó que su «horizonte político no pasa más allá» de Castilla-La Mancha. Para el ministro del Interior, Mariano Rajoy, lo que hizo González con Zapatero «no se hace». Desde CiU, Xavier Trias calificó de «acto de crueldad» las afirmaciones de González y dijo que su intervención fue «una operación estéticamente fea» porque aireó en público «problemas internos del PSOE». Otros dirigentes socialistas, como el vicepresidente del comité federal del PSOE, Manuel Bustos, declaró que Felipe González «se podía haber ahorrado» sus palabras.