La Comisión vasca de Seguridad de los ediles terminó sin acuerdos, tras abandonarla el PP por no incluirse una reserva al documento final en la que plantea el apoyo a la ilegalización de Batasuna, mientras que el PSE condicionó su apoyo al pacto a la tipificación del delito de amenaza a los ediles y que los condenados por ello no puedan acceder a cargos públicos. La Comisión, integrada por los partidos vascos excepto Batasuna y el Departamento de Interior vasco, tenía previsto ayer cerrar un documento de reformas legales para facilitar la seguridad y el trabajo de los concejales, pero no ha sido posible.
Por una parte, el representante «popular» Carlos Urquijo planteó la inclusión de un voto particular que recogía la posición del PP respecto a «tres medidas clave para la erradicación del terrorismo»: las mociones de censura contra alcaldes de Batasuna, el bloqueo de financiación pública a esta formación y su entorno, y el respaldo a la reforma de la ley de partidos, para que los Tribunales puedan acordar, «si lo estiman pertinente, la ilegalización de Batasuna».
Al oponerse en un principio el PNV a la inclusión de esta discrepancia, el PP abandonó la comisión y anunció que no volverá si no se le admite este voto particular. EA consideró «sorprendente» el abandono del PP y confió en que este partido «reconsidere su postura».