El fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Carlos Jiménez Villarejo, considera que «las formas de corrupción están cambiando» y alerta sobre la aparición de «otras más sutiles y sofisticadas», que se corresponden con los delitos de información privilegiada y tráfico de influencias. Aunque persisten, a su juicio, los «modos tradicionales» como la malversación de caudales públicos y el cohecho, Villarejo advierte también «otros modos comisivos que expresan lo que llamamos colusión de intereses públicos y privados en ciertas áreas de la Administración».
Villarejo opinó que sería necesario «mejorar ostensiblemente» la actual regulación de las incompatibilidades de altos cargos para evitar, precisamente, «confusión de intereses privados y públicos». Para mejorar el marco legal contra la corrupción sería «muy positivo» que el Gobierno firmara el Convenio Penal sobre la corrupción del Consejo de Europa.