United Biscuits (UB), propietaria de la fábrica de galletas Fontaneda ubicada en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, rechazó ayer la petición del comité de empresa de paralizar el expediente de regulación de empleo presentado por la multinacional ante Trabajo y reiteró que la decisión de cerrar la galletera era irrevocable. Ante esta situación unas 2.000 personas se concentraron a las puertas de la galletera para impedir la salida de los representantes de la empresa.
Finalmente, agentes antidisturbios de la Guardia Civil escoltaron la salida, a las 23.30 horas de ayer, de los seis representantes de la compañía americana United Biscuits que permanecieron retenidos durante creca de trece horas en las dependencias de la fábrica de Fontaneda en la localidad palentina de Aguilar de Campoo. La Junta de Castilla y León contempla con tristeza la marcha de Fontaneda de Aguilar de Campoo y afirma que hay que negociar con la empresa «lo mejor y lo más duramente posible».
Ayer miembros del comité de empresa de Fontaneda se reunió con cuatro representantes de la multinacional propietaria de la fábrica de galletas de Aguilar de Campoo (Palencia) para comenzar las negociaciones sobre el expediente de regulación de empresa que ha presentado la empresa en el Ministerio de Trabajo. El encuentro apenas duró 20 minutos ante la negativa de la compañía de paralizar el expediente de regulación de empleo además de que no se fijó un calendario para próximos encuentros.
El cierre de Fontaneda afectaría a 212 puestos de trabajo de forma directa y a 53 indirecta de tres empresas que trabajaban para ella en tareas de logística, limpieza y seguridad. La jornada comenzó cuando alrededor de dos mil personas, entre los que se encontraban unos 700 escolares de Aguilar, esperaban la llegada de los representantes de United Biscuits a las puertas de la fábrica de Fontaneda. Además, algo más de un centenar de personas consiguió acceder a las dependencias de la galletera y llegar hasta el despacho del director general, Javier Racillo.