El Consejo Europeo de Barcelona debatió anoche una declaración sobre la situación en Oriente Próximo en la que insta a Israel a «retirar inmediatamente» sus fuerzas militares de los territorios que están bajo control palestino y poner fin «inmediatamente» a cualquier restricción a la libertad de movimiento del presidente palestino, Yaser Arafat. Según un borrador de la declaración que discutieron los jefes de Estado y de Gobierno, los Quince condenarán los ataques terroristas «que han matado y herido a civiles inocentes» de las últimas semanas y afirmarán que la Autoridad Palestina, como Gobierno legítimo, tiene que combatir el terrorismo con todos los medios a su disposición. No obstante, añade que Israel no debe debilitar la capacidad de Arafat para cumplir su responsabilidad.
Así, el texto reclama a Israel que respete la legalidad internacional, especialmente la IV Convención de Ginebra, relativa a la protección de los civiles en tiempo de guerra. «El uso de una fuerza excesiva y una política que pretende golpear aún más fuerte a los palestinos lleva a reacciones violentas, no garantizará la seguridad de Israel y no puede justificarse», afirma el borrador, especialmente duro en sus reclamaciones al Gobierno de Ariel Sharon. «Los ataques contra instituciones y personal médico y humanitario, así como contra periodistas» son especialmente inaceptables», añade. El último borrador afirma que «ambas partes deben respetar los estándares internacionales de derechos humanos».
El borrador incluye también un respaldo de los Quince a la decisión de Estados Unidos de volver a enviar a la región a su representante especial Anthony Zinni, y la disposición a colaborar con él a través del enviado europeo. Además, con esta declaración los máximos responsables de los Quince mostrarán su respaldo a la iniciativa saudí "ofrecer el reconocimiento de un Estado de Israel a cambio de una retirada a las fronteras de 1967".
Respecto al contencioso de Gibraltar, el Consejo Europeo de Barcelona incluirá en sus conclusiones una referencia específica sobre el proceso de diálogo entre España y el Reino para buscar una solución, según señaló el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, al término de la sesión de los trabajos del Consejo. La UE se comprometió también a apoyar «con todo su peso y todos sus recursos» el proceso abierto por Serbia y Montenegro con la firma del acuerdo que renueva sus relaciones y conjura de momento el peligro de una modificación de fronteras en los Balcanes.