El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, anunció ayer que el conjunto de las administraciones públicas terminaron el año 2001 con equilibrio presupuestario, en términos de contabilidad nacional, lo que sucede, subrayó, por «primera vez en la historia de la democracia». Durante la presentación de los datos del cierre del ejercicio pasado, que el Gobierno remite a la Comisión Europea, el ministro señaló que el Estado registró un déficit del 0'4 por ciento del PIB, mientras que la Seguridad Social logró un superávit del 0'8 por ciento, lo que permitió que la administración central tuviera un saldo positivo del 0'4 por ciento del PIB.
Los entes territoriales terminaron el ejercicio con un déficit del 0'4 por ciento del PIB, por encima del compromiso inicial, señaló Montoro. Los ingresos ascendieron en el 2001 a 42'8 billones de pesetas, tras aumentar el siete por ciento en relación con el año anterior, en tanto que los gastos se elevaron a 42'84 billones de pesetas, el 6'1 por ciento más. Esto arrojó una necesidad de financiación de 38.000 millones de pesetas, «pequeño» déficit que supone tan sólo centésimas respecto al PIB y que se redondea en la práctica como equilibrio, dijo el ministro.
La deuda del conjunto de las administraciones públicas, dijo el ministro, se situó en el 2001 en el 57'2% del PIB, tres puntos por debajo del año anterior. En cuanto a la Seguridad Social "que obtuvo un superávit de 895.700 millones de pesetas", el 70% de sus ingresos provino de las cotizaciones sociales, el 29% de transferencias de otras administraciones y el uno por ciento restante de otros conceptos. El 64% de su gasto se destinó a prestaciones sociales, el veinte a consumo final y gastos generales y el catorce a otros. Montoro explicó que el superávit de la Seguridad Social se destinará al Fondo de Reserva de las pensiones, aunque todavía no se ha decidido la cuantía de esta partida, y a tesorería. El ministro precisó, no obstante, que el Fondo de Reserva alcanzará antes de lo previsto el volumen que preveía el Gobierno para esta legislatura de un billón de pesetas.
Sobre la evolución presupuestaria de los entes territoriales, que tuvieron un déficit del 0'4%, subrayó que «todo es mejorable» y se mostró confiado en la aplicación de la Ley de Estabilidad, que convierte en obligatorio el equilibrio y que entró en vigor este año. Montoro incidió en que el saneamiento de las cuentas públicas ha permitido que, en un escenario económico internacional «muy complicado», España mantuviera un ritmo de crecimiento muy superior a la media europea, al tiempo que continuaba creando empleo y se realizaban inversiones.