El director del Instituto de Estudios Económicos, Juan Iranzo, declaró ayer que el IPC de enero se situaría en el 0'7 por ciento con el método de cálculo utilizado anteriormente y aseguró que el nuevo sistema de medición es más moderno y se acerca más a la realidad coyuntural de los precios. Iranzo dijo que el INE no ha ocultado ese dato y que así figuraba en la información difundida el viernes, cuando se publicó el Indice de Precios de Consumo. Asimismo, indicó que la estadística sobre los precios estaba menos actualizada que en otros países europeos y que era necesario un cambio a un sistema más moderno.
«Para medir mejor la realidad, la estadística debe incluir las rebajas y productos de gran consumo en la actualidad como la comida rápida o la telefonía móvil, además de olvidar parámetros anticuados como las máquinas de escribir», añadió. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, rechazó por su parte las críticas que desde algunas formaciones políticas se han hecho sobre el nuevo sistema de medición del IPC. «Las críticas que se han emitido son críticas que, como siempre, hay que estar atentos a oír el sentido de las mismas, pero cuando han nacido como crítica política, francamente no tiene sentido», dijo Montoro en Jaén.
Añadió que lo único que hay es «una nueva metodología» que hace que la medición de la inflación en España sea «más exacta y acorde con la realidad», puesto que lo que se pide a cualquier indicador económico es que sea «fiable». Para Montoro, en el mes de enero se ha aplicado «la metodología de las estadísticas que son comunes a la Unión Europea». Sin embargo, indicó que el hecho de que se haya cambiado de sistema de cálculo «no quiere decir que el IPC haya sido un éxito para nadie», ya que una inflación por encima del 3'1 por ciento interanual es un dato «todavía demasiado alto». Para el ministro de Hacienda, «lo deseable» es que ese índice se reduzca en los próximos meses.
El secretario de Política Económica del PSOE, Jordi Sevilla, acusó a Montoro de ser «el único en España que no se ha enterado de la magnitud de la polémica sobre los datos del IPC» y precisó que no pone en duda ni el nuevo índice ni la profesionalidad del INE, pero insistió en que el Gobierno oculta datos que permitirían una comparación homogénea con la situación de meses pasados. El presidente de la Junta de Castilla-La Mancha, José Bono, opinó que «da la impresión de que el Gobierno tiene un gran interés en maquillar la realidad» y añadió que, «como el IPC podría ser más alto de lo que les conviene, cambian el sistema».
El presidente regional recomendó a los miembros del Ejecutivo que «vayan al mercado, que compren una bombona de butano o que echen gasolina, y se darán cuenta de cómo han subido los precios más de lo que ellos están diciendo». El Instituto Nacional de Estadística (INE) difundió el viernes pasado el IPC de enero "cuando los precios bajaron el 0'1%, para colocarse en el 3'1 de subida interanual", tras modificar la cesta de productos y su ponderación e incluir, por primera vez, los precios rebajados y las ofertas. Oposición, sindicatos y organizaciones de consumidores consideraron que el Gobierno, con los cambios técnicos, trata de ocultar la evolución real de los precios.