El Gobierno aprobó ayer la mayor oferta de empleo público para el Cuerpo Nacional de Policía en los últimos doce años, 4.275 plazas, y también otras 2.312 para la Guardia Civil. Estas ofertas se producen precisamente después de rechazar la ampliación de 200 agentes que ha solicitado el Gobierno vasco para la Ertzaintza. El ministro Pío Cabanillas aseguró que se trata de «casos diferentes», porque en lo que se refiere a la Policía Autónoma hay que estudiar «otros condicionantes». La oferta para la Policía Nacional para el año 2002, la más elevada en los últimos doce años, se compone de 4.275 plaza de oposición libre, de las cuales 4.200 corresponden a la Escala Básia y las 75 restantes a la Escala Ejecutiva.
Estas últimas implican además la convocatoria de otras 150 vacantes para su provisión por el sistema de promoción interna desde la categoría de subinspectores. A lo largo del año, se estudiará la distribución de los nuevos agentes, de acuerdo con los ministerios de Administraciones Públicas y Hacienda. El objetivo, el mismo que se persigue para las plazas convocadas para la Guardia Civil, es que los puestos de naturaleza administrativa vayan siendo cubiertos por funcionarios de cuerpos generales y agentes actualmente en la reserva. Para la Guardia Civil, el Gobierno aprobó la convocatoria de 2.312 plazas. De las mismas, 2.280 supondrán el ingreso directo en la escala de Cabos y Guardias, y los 32 restantes son para la Escala Superior de Oficiales. Del mismo modo, se han convocado 500 plazas de promición interna.
Esta ampliación de las plantillas de Policía Nacional y Guardia Civil coincide con el rechazo del Gobierno central a dotar a la Ertzaintza de 200 nuevos agentes, tal y como ha solicitado el Gobierno vasco al vicepresidente primero y ministro del Interior, Mariano Rajoy. El lehendakari, Juan José Ibarretxe, incluso se ha mostrado dispuesto a sufragar esa nueva dotación de agentes con fondos propios, si no se lleva a cabo. El ministro portavoz del Gobierno, Pío Cabanillas, aseguró que no son hechos ocmparables. En el caso de la Ertzaintza, hay que tener en cuenta «otros condicionantes», como a su juicio son las conversaciones para renovar el Concierto Económico vasco o «las explicaciones que tienen que darse de cuáles son las labores» de los nuevos agentes.
Además, Cabanillas dijo que, a pesar de que las competencias en materia de seguridad ciudadana pertenencen al Gobierno vasco, en la actualidad las comparte al 50 por ciento con la Administración central. Igualmente, recordó que en los últimos concursos de ofertas para el Cuerpo autonómico no se cubrieron todas las plazas. «Que la conclusión sea la polémica centrada en más o menos plazas de la Ertzaintza ante esos precedentes y esa realidad, me parece injusto y una deriva política que no ayuda en nada a garantizar la seguridad de todos los ciudadanos vascos».