Los Quince pusieron de manifiesto en Cáceres que no comparten la visión de las amenazas mundiales que el presidente de EE UU, George W. Bush, está lanzado en su batalla antiterrorista amparándose en la existencia de «un eje del mal». Aunque el asunto no fue objeto de debate de los ministros de Exteriores de la UE en el Consejo informal celebrado en Cáceres, las discrepancias de fondo con Washington planearon durante la reunión y salieron a relucir entre bastidores, en pasillos y ruedas de prensa.
Los Quince ya habían dado a entender en días pasados que la UE continuará el proceso de acercamiento con Irán, aunque Teherán haya sido incluida por EE UU en el «eje del mal». Pero en Cáceres fueron un poco más allá al insistir en que la UE debe tener peso propio para avanzar ante los desafíos de la política mundial defendiendo sus principios e intereses, también en la lucha antiterrorista.
Esta idea quedó en evidencia sobre todo en el debate de ayer sobre Oriente Medio. Los Quince insistieron en seguir adelante con la reflexión en torno a sus iniciativas políticas, pese a que la Casa Blanca no las comparta, como la celebración de elecciones en la Autoridad Nacional Palestina (ANP) planteada por Francia. Los ministros de Exteriores admitieron que el proceso de paz no puede prosperar sin una implicación seria de EE UU, pero también dieron a entender que la defensa de los principios europeos pueden hacer ceder a Washington.
Además, propugnaron el legítimo derecho europeo a tener un papel político en Oriente Medio, aunque no fueron capaces de articular un plan de paz europeo, sólo reflejaron sobre el papel un inventario de ideas. «Queremos una asociación con EE UU, pero si no podemos, debemos avanzar sin ellos». Védrine puso como ejemplo el caso de Arafat, en el sentido de que «Washington dice que no hay que tratar con él, pero nosotros consideramos que sí y así lo hacemos».
Berlusconi recibe duras críticas de la prensa
italiana
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, fue duramente
criticado por la prensa italiana debido al gesto de los cuernos con
el que fue inmortalizado en la reunión de ministros de Exteriores
que se celebra en Cáceres. Así, el diario 'La Stampa' afirma en un
editorial que el gesto de ´Il Cavaliere´ es «una muestra muy seria
del modo de entender la política». «El primer ministro vive con el
ansia de gustar a la opinión pública y está dispuesto a transgredir
todas las formas con tal de lograr una sonrisa».