El presidente del Gobierno, José María Aznar, criticó ayer que las «mayorías socialistas europeas», en clara alusión a países gobernados por el partido socialista como Francia, Alemania o Portugal, supongan un «freno» a la hora de adoptar reformas económicas en la UE, necesarias para evitar una «esclerosis» que la haga ir «con la lengua fuera» detrás de EE UU, al tiempo que abogó por impulsar todo un proceso de reformas estructurales. Aznar señaló que esta Cumbre debe supone un «impulso muy importante» para que Europa se convierta en el área «más dinámica y competitiva del mundo». «La necesidad de crear más Europa lema de la Presidencia española de la UE- es hacerla más abierta, competitiva y reformista».
Para ello, afirmó que es necesario desarrollar diversas reformas estructurales y aplicar políticas de liberalización. En concreto, Aznar enumeró los principales objetivos que planteará España en la Cumbre de Barcelona, que son la consecución del pleno empleo en 2010, la mejora de la calidad de la Educación, la apertura e integración de los mercados energético, del transporte y de los mercados financieros. A su juicio, de todos estos objetivos, el pleno empleo debe constituir «la razón de ser» de la política económica europea y, para ello, es necesario que Europa cree 20 millones de empleos en la próxima década.
Abogó por eliminar los obstáculos que desincentivan la búsqueda de empleo, primar las políticas activas de empleo y facilitar la movilidad geográfica de los trabajadores, al tiempo que manifestó que Europa debe aprovechar esta «oportunidad histórica» para conseguir el pleno empleo porque está en condiciones de hacerlo. De lo contrario "añadió", se trataría de un «error», que puede llevar a Europa a una «japonización» de su economía, sobre todo, teniendo en cuenta que países como Estados Unidos tienen un mayor potencial de crecimiento que la UE.
En cuanto a educación, señaló que se trata del «mejor camino» para ofrecer una auténtica igualdad de oportunidades y combatir la exclusión, por lo que afirmó que el «reto» es disponer de una educación de calidad porque, de no ser así, «se perderá el futuro, ya que la calidad de la enseñanza marcará la diferencia entre los países». Respecto al mercado financiero, se felicitó de que, finalmente, el Parlamento Europeo haya ratificado el informe sobre transparencia de los mercados. Por todo ello, confió en que Europa demuestre en la Cumbre de Barcelona la «ambición» suficiente y aproveche esta nueva oportunidad para hacer de la UE uno de los espacios «mas competitivos y eficaces del mundo».
Sensibilidad hacia las necesidades sociales que pida
Argentina
El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer que su
Ejecutivo es «muy sensible» a las necesidades sociales que, en
estos momentos de crisis, pueda tener Argentina, y aseguró que
cualquier demanda de ayuda humanitaria que realice el gobierno
argentino de Eduardo Duhalde será atendida «inmediatamente» por
España. Así, tras aseverar que la aportación del Ejecutivo español
a Argentina, de mil millones de dólares, ha sido «la más grande» en
«todo el mundo», incidió en que corresponde a Argentina elaborar un
plan económico, dado que «es un país soberano». «No lo va a
elaborar el Gobierno español, o la Unión Europea. Es a Argentina a
quien le corresponde elaborar un plan y negociarlo con el Fondo
Monetario Internacional, donde España, Estados Unidos y la UE deben
dar su apoyo a los argentinos». Aznar contestaba de este modo en el
pleno del Congreso al líder de los socialistas, José Luís Rodríguez
Zapatero, quien exigió al presidente que no espere a que Argentina
solicite ayuda. «No espere a que lo pidan, ofrézcala y participe
con ayuda social», dijo Zapatero. Aznar fue cuestionado también por
el líder de IU, Gaspar Llamazares, sobre el modo en que España
piensa apoyar a los españoles. Aznar subrayó la puesta en marcha de
un programa consular urgente, ayuda económica, residencias de
ancianos y la posibilidad de que regresen a España los mayores que
así lo pidan.