El ex presidente del Gobierno Felipe González entró ayer de lleno en los problemas del PSOE, tras el aparente fin de las discusiones tras el Comité del viernes. González cree que los problemas surgen del Gobierno y sus «pesebreros», que se deben a que el PP piensa realmente que Rodríguez Zapatero está en condiciones de ganar las elecciones. Esta palabras llegan al mismo tiempo que desde la Ejecutiva socialista se niega una división interna. La única crítica a un socialista que lanzó González fue a Redondo Terreros, al que reprochó la «mala fe» con la que intentó implicarle en su salida de la cúpula del PSE.
El Gobierno y «los pesebreros de la derecha» son los responsables de los males del PSOE a juicio de Felipe González, según dijo en su intervención de las VIII Jornadas 'Perspectivas' que celebran los socialistas de Castilla y León en la localidad palentina de Magaz de Pisuerga. Por eso, el ex presidente del Ejecutivo pidió a sus compañeros de partido que «no se dejen engañar por las trampas estúpidas» de Moncloa. Aunque admitió que «de toda la basura que dicen en la 'sinrazón' y en el 'inmundo', alguna cosa me ha preocupado», se mostró convencido de que «no se preocuparían para nada de Rodríguez Zapatero si no estuviera en condiciones de ganarles». «A nosotros nos confunde, pero es que (Zapatero) va bien».
El respaldo de González a Zapatero se produce apenas 24 horas después de la reunión del Comité Federal en el que el secretario general socialista tuvo que enfrentarse a las críticas de algunos de sus 'barones'. González sí quiso replicar una alusión directa que sobre él hizo Nicolás Redondo Terreros, quien dijo que prefería no pensar que el ex presidente del Gobierno estaba detrás de la «cacería» que sufrió». «Me preocupa que me impliquen con mala fe en problemas en el País Vasco», dijo, porque a él no le gusta «la caza, ni siquiera la mayor y con orejas».
También aquí lamentó las injerencias del PP, «desleales» incluso en referencia al pacto antiterrorista. «Presumen de que el PSOE no pudiera cumplirle y durante cuatro meses estuvieron ninguneando y banalizando la oferta de Zapatero». González arremetió contra el Congreso del PP. Aseguró que no fue serio porque «el PP trata de que no haya un debate serio sobre nada». El cónclave, además, «recuerda al más puro estilo franquista», impregnado de un «culto a la personalidad repulsivo».
Las críticas de González a Aznar no se quedaron en el Congreso del PP. Realizó duras alusiones a «ese hombre banal que gobierna España» en relación con la Presidencia española de la UE. Así, dijo que no debe extrañar que Aznar no critique la presencia del líder de la Alianza Nacional, Gianfranco Fini, como representante de Italia en la Convención, porque, según dijo, tienen «el mismo origen, la misma formación de base y la misma concepción de Europa y del mundo».