Todas esas consideraciones se realizaron una vez que el XIV Congreso Nacional del PP ha confirmado la decisión del actual jefe del Ejecutivo de no presentarse a la reelección para ese cargo ni para la presidencia del PP. Aznar se refirió a este asunto en la conferencia de prensa que ofreció ayer junto con el primer ministro danés en la que hizo hincapié en que el Congreso del PP ya ha pasado, ha representado un claro mensaje de futuro para los españoles y «lo que había que hacer ya está hecho». A partir de ahí, calificó de «historietas» los análisis sobre la posibilidad de que el funcionamiento del Ejecutivo se vea afectado por la futura sucesión debido a que algunos de los candidatos son miembros del Gabinete.
Por su parte, el secretario general del PP, Javier Arenas, se mostró convencido de que en el proceso de elección del próximo candidato a la presidencia del Gobierno «no habrá bicefalía, sino liderazgo claro» y aseguró que el partido tiene «mucha tranquilidad respecto al futuro». Preguntado por su futuro político y si su frase de que «lo que haga en el futuro tiene todo que ver con lo que haga el presidente» quiere decir que dejará la secretaría general cuando se retire Aznar, Arenas señaló: «dije lo que dije y no quiero decir más, y lo he dicho con tanta claridad que no lo voy a explicar más».
El vicesecretario general del PP Jaime Mayor Oreja tampoco cree que habrá carrera para la sucesión de Aznar entendida «como una campaña personal de cada candidato». A su juicio, hay que «analizar las dificultades y las necesidades de España» para tomar la decisión de cuál de las personas del PP «está mejor ubicada para colocarse al frente de una responsabilidad tan dura, tan difícil y tan complicada».
También se refirió a este asunto el ministro de Fomento, Francisco Alvarez Cascos, quien no cree que el debate de la sucesión sea procedente abordarlo antes de las elecciones municipales y autonómicas del próximo año y ligó su futuro político al del equipo de Aznar. «A partir del día siguiente me considero relevado de obligaciones personales y de obligaciones colegiadas», añadió. El ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, coincidió igualmente en que la fecha oportuna para decidir el sucesor de Aznar será el otoño del 2003 y subrayó que la cuestión sucesoria «no es un campeonato, no es un pulso».
Entre los nuevos miembros de la cúpula del PP, Adolfo Suárez Illana elogió la labor de Aznar para evitar el riesgo de centrar en su éxito en el éxito del partido, ya que opina que es la mejor lección de lo que le ocurrió a UCD, al CDS y al PSOE. En el debate sobre la sucesión también se escucharon voces desde otras formaciones, como el PSOE. Juan Fernando López Aguilar, recordó que «la decisión de quién va a gobernar España en el 2004 corresponde a los españoles».
«Los presos de Al Qaeda en Guantánamo aventajan a las
víctimas del 11-S»
El presidente del Gobierno y presidente de turno de la Unión
Europea, José María Aznar, cree que se puede trazar una «raya
insalvable» entre los prisioneros presuntamente vinculados a la red
terrorista de Al Qaeda y las víctimas de las Torres Gemelas de
Nueva York. En opinión de Aznar, cualquier prisionero tiene «una
ventaja» y es que «hay gente que se puede ocupar de sus derechos y
de su situación», cosa que, tal y como explicó, «no ocurre
desgraciadamente con las víctimas de las Torres Gemelas». «Y eso
"dijo" traza una raya insalvable». Durante la rueda de prensa que
ofreció junto al primer ministro danés, Anders Rasmussen, y en
relación con la situación en la que se encuentran los talibán
detenidos en la base de Guantánamo, Aznar añadió que es partidario
de que los prisioneros sean tratados «conforme a los principios de
las Convenciones internacionales sobre prisioneros».