Se trata de una zona comercial, que estaba repleta de gente, que aprovechaba el fin de semana para comprar en las rebajas. Gracias a la rápida actuación de la Ertzaintza, que desalojó el lugar en menos de media hora sólo, al menos dos personas resultaron heridas leves a consecuencia de la rotura de los cristales provocada por la explosión. Ambos se trasladaron por su propio pie a los centros sanitarios para ser atendidos de sus heridas. Una tercera persona tuvo que ser atendida por una crisis de ansiedad. Asimismo, la explosión causó cuantiosos desperfectos en comercios y edificios situados en la confluencia de las calles Gran Vía y la Alameda Mazarredo, de la capital vizcaína.
El coche bomba estalló alrededor de las 13.45 horas de la tarde de ayer. Se trataba de un Renault 18, de color granate, y estaba aparcado entre las sede del BBVA y del Banco de España en la Gran Vía bilbaína. Un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA llamó al diario 'Gara' y a la DYA alrededor de las 13.15 horas de la tarde de ayer para informar de la colocación de un coche bomba, aunque no señaló el lugar exacto. Tras la explosión se vivieron momentos de angustia entre la gente que se encontraba en el lugar. La hora de la explosión y el lugar escogido por la banda terrorista, una zona comercial en época de inicio de rebajas, obligó a la Ertzaintza a actuar con rapidez para intentar desalojar el lugar, atestado de gente.
Algunos de los viandantes fueron introducidos en algunos locales cercanos al lugar, y obligados, por los agentes, a mantenerse dentro ante el peligro de una inminente explosión. La confusión y los momentos de tensión se convirtieron, tras el estallido, en escenas de pánico, en las que algunos de los ciudadanos lloraban mientras otros sufrieron crisis nerviosas. El consejero de Interior, Javier Balza, afirmó que el coche bomba estaba cargado con entre 15 ó 20 kilos de dinamita. La fuerza de la explosión proyectó uno de los asientos del coche hasta el techo del edicifio de El Corte Inglés, que tiene siete pisos de altura y que está ubicado a pocos metros de donde explosionó el vehículo.
El propietario del vehículo robado que utilizaron los terroristas fue hallado atado a un árbol en el barrio de Kobaron, en la localidad vizcaína de Muskiz. En la llamada de aviso que la banda realizó al diario 'Gara' el comunicante informó de dónde habían dejado al propietario del vehículo. El hombre fue hallado tres horas después de ser abandonado en un estado de gran nerviosismo, aunque sin ninguna lesión física y fue trasladado a dependencias de la Policía vasca para prestar declaración. Todos los partidos políticos vascos, excepto Batasuna, condenaron el atentado. El consejero del Interior del Gobierno vasco, Javier Balza, afirmó que el coche bomba iba dirigido contra el corazón de Bilbao y de toda la sociedad vasca, de forma indiscriminada. Mientras, el ex secretario general de los socialistas vascos, Redondo Terreros, afirmó que el atentado demuestra que la única tregua de la que hay que hablar es de la que proponga la desaparición de la banda.