El euro se utiliza ya en el 50 por ciento de las transacciones comerciales en metálico de los doce países de la moneda única, menos de una semana después de su puesta oficial en circulación, según los datos publicados ayer por la Comisión Europea. Así, en sólo cuatro días, de los cuales tres han sido laborables, el euro se ha impuesto como la principal moneda de pago en efectivo de los ciudadanos europeos. Sin embargo, el Ejecutivo comunitario reconoce algunos problemas de «escasa importancia» con la disponibilidad de billetes de pequeño valor y de algunas monedas en la mayor parte de los Estados miembros, pero la actividad comercial no ha registrado ninguna interrupción.
Algunos países han tomado medidas excepcionales con objeto de colaborar en la distribución de billetes de bajo valor ayer sábado. No obstante, «es preferible cambiar los grandes importes de dinero en sus bancos en lugar de gastarlos en los comercios minoristas», según señala en un comunicado la Comisión. Según los datos intercambiados mediante la Red Europea de Información Rápida, por término medio, cerca del 99 por ciento de los cajeros estaban ya adaptados al euro el 4 de enero, lo que representa alrededor de 201.000 terminales automáticos. Así, puede decirse que, prácticamente, la adaptación de los denominados ATM ha acabado.
Las colas de espera en las ventanillas de los bancos siguen siendo largas en casi todos los países, ya que los consumidores cambian todavía sus antiguas monedas nacionales. De hecho, en algunos países, las ventanillas han pasado a ser para los consumidores una fuente de suministro de billetes más importante que los cajeros automáticos. Según las informaciones obtenidas, el porcentaje de pagos en metálico en euros el 4 de enero mantiene su progresión en casi todos los países, y se sitúa por término medio en torno al 55 por ciento.
Dicho porcentaje es superior o igual al 80 por ciento en Grecia y Países Bajos, oscila entre el 50 por ciento y 65 el por ciento en seis países (Alemania, Austria, Finlandia, Irlanda, Luxemburgo y Portugal) y se sitúa entre el 25 por ciento y el 50 por ciento en los demás (España, Francia e Italia registran los porcentajes más elevados). Bruselas reitera su petición de que los consumidores cambien en los bancos o depositen en cuenta los billetes nacionales de mayor valor que aún obran en su poder y recuerda que los ahorros en metálico todavía podrán cambiarse sin gastos en los bancos comerciales durante varios meses.
El secretario de Estado de Comercio y Turismo, Juan Costa, recordó ayer que los cajeros automáticos son un canal «útil y accesible» para la obtención de euros y pidió a los ciudadanos que recurran a ellos para conseguir efectivo y facilitar la transición a la nueva moneda. La víspera de Reyes, característica por el fuerte incremento de las compras, transcurrió ayer sin problemas de abastecimiento de euros, según las asociaciones de comerciantes consultadas. En el resto de países en los que se ha introducido la moneda única la tradicional jornada dedicada a las compras también superó la prueba de fuego.