El vehículo Citroën C-5 que la pasada madrugada fue abandonado en la autopista A-8 (Bilbao-Behobia) estaba ocupado por una sola persona, que en su huída dejó en el coche dos mochilas y una bolsa que contenían, además de armas, 169 millones de pesetas en moneda española y francesa. Según fuentes de la investigación, todo apunta a que el huído puede tener relación con ETA. Los indicios que la Guardia Civil ha encontrado en el vehículo abandonado a la altura de la localidad vizcaína de Durango apuntan a que el presunto etarra, al percatarse de la presencia de un control ordinario del instituto armado, decidió huir a pie campo a través.
La Guardia Civil halló en el vehículo dos mochilas y una bolsa, en las que había un subfusil y un revólver, así como dinero en francos franceses y moneda española por valor de 169 millones de pesetas, así como dos juegos de placas de matrícula francesa. Se da la circunstancia de que escasas horas después y en la misma zona la policía detuvo en Urretxu (Guipúzcoa) a siete supuestos colaboradores de un comando de «legales» de ETA (no fichados) integrado por dos hombres y una mujer que han huido y al que las fuerzas de seguridad le imputan los atentados en los aeropuertos de Madrid y Málaga y Salou (Tarragona) este verano.
En esta operación, los agentes se han incautado de diversas armas, cincuenta kilos de dinamita, material para confeccionar artefactos, planos de ciudades españolas y francesas y diversa documentación.
Según el Ministerio del Interior, el comando de «legales», al parecer itinerante, estaba formado por los huidos Ismael Berasategui Escudero, natural de Eibar y de 32 años; Xabier Zabalo Beitia, nacido en Zumárraga hace 28 años, y Ainhoa Barbarin Yurrebaso, donostiarra de 30 años.