Las deflagraciones fueron provocadas con cinco kilos de explosivos cada una. A la condena de todos los partidos democráticos se sumó la del ministro del Interior, Mariano Rajoy, que aseguró que la organización terrorista «está cada vez más aislada internacionalmente y en la sociedad española». Las investigaciones apuntan a dos atentados de ETA, al encontrarse dinamita de marca Titadine, como la que la banda robó en la fábrica francesa de Plevin. Según informó el Departamento Vasco de Interior, cada uno de los ataques se produjo con cinco kilos de explosivos y un temporizador. Los daños de los atentados se limitaron a cuantiosos desperfectos materiales, ya que no hubo ningún herido.
El ministro del Interior, Mariano Rajoy, afirmó que ETA «está cada vez más aislada internacionalmente y en la sociedad española». Para Rajoy, las dos últimas explosiones son una muestra más de la sinrazón y el disparate en los que está ETA y reiteró que la organización terrorista está «asilada internacionalmente, tal y como acreditan los avances que se han producido en estos meses por parte de Estados Unidos y la Unión Europea». «Siempre quedarán algunos apoyos, hoy son dos bombas y mañana puede ser cualquier cosa, pero esta batalla se está ganando internacionalmente, en la opinión pública y policialmente, y se va a ganar de manera definitiva», argumentó el ministro.
Por su parte, la vicelehendakari del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabitia condenó los atentados asegurando que es una muestra más de que mientras unos construyen Euskadi «día a día», ETA «sólo sabe destruir». La vicelehendakari expresó su absoluta solidaridad del Ejecutivo vasco con las empresas afectadas y con sus trabajadores. «Saben que tienen a este Gobierno a su entera disposición», dijo. El secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, también expresó su condena «rotunda y clara» asegurando que para combatir «una situación anormal» nos tenemos que poner de acuerdo los partidos democráticos.
Redondo subrayó su percepción de «situación anormal» ante el hecho de que ETA haya atacado a la policía, a los jueces, a los medios de comunicación y a los empresarios. «Estamos ante una situación especial en la que la falta de libertad se extiende ante una mancha de aceite», dijo. El coordinador de IU-EB y consejero vasco de vivienda, Javier Madrazo, interpretó los atentados como «la demostración del empeño de ETA en destruir a la sociedad vasca, tanto a las personas como a sus bienes». «Esta acción terrorista pone de manifiesto que a ETA le importa muy poco esta sociedad», afirmó.
También se sumó a las condenas el presidente del Bizkaia Buru Batzar del PNV, Iñigo Urkullu, que enmarcó los dos ataques en una campaña contra «quienes contribuyen a una verdadera construcción social». Urkullu subrayó que las dos nuevas acciones «inciden en las conocidas llamadas campañas de extorsión por parte de ETA a quienes realmente están contribuyendo a una verdadera construcción social y nacional como son los empresarios». El Círculo de Empresarios Vascos apostó por terminar «de una vez por todas con los asesinos, con los que destruyen el empleo y la estructura industrial del País Vasco y con todos aquellos que le secundan».