La vicelehendakari y consejera de Hacienda del Gobierno vasco, Idoia Zenarruzabeitia, considera que la negociación sobre la renovación del Concierto económico se encuentra todavía «abierta» pese a la prórroga unilateral de esta ley adoptada por el Consejo de Ministros, y expresó su voluntad de que la delegación vasca «no se levante de la mesa» hasta conseguir un «acuerdo digno».
Zenarruzabeieta, que fijó la fecha límite de negociación en 31 de diciembre, se mostró muy crítica con el Gobierno central, al que acusó de haber ocultado que eran las discrepancias financieras la causa de no rubricar el acuerdo, y no la presencia de las instituciones vascas en la UE, «una cortina de humo» utilizada por el Ejecutivo Aznar, según sus palabras. La presencia en la Unión era, según dijo, «uno de las discrepancias, pero no la única».
Así, en el transcurso de una rueda de prensa en Bilbao afirmó que, una de las discrepancias más destacadas fueron los compromisos de gasto que el Estado debía articular por el Cupo que Euskadi paga al Estado, y que cifró, para 2002, en «más de 100.000 pesetas más (brutas) por vasco». «Lo que pretendían es que el año que viene cada vasco pagara de Cupo al Estado más de 100.000 pesetas brutas más que los que pagamos ahora cada uno, de lo que nos corresponde».
El portavoz del PP vasco, Leopoldo Barreda, pidió por su parte a Zenarruzabeitia que aclare «por qué las diputaciones forales estaban dispuestas a firmar el acuerdo sobre el Concierto el viernes, a la ocho de la mañana y sólo el Gobierno vasco fue quien se opuso a la firma». Asimismo, le acusó de «poner pretextos» y afirmó que «no es serio ninguno de los argumentos que emplea para evitar sentarse el pasado jueves a cerrar la negociación».