La figura del ex ministro socialista Ernest Lluch fue ayer objeto una jornada de homenaje de los universitarios con motivo del primer aniversario de su asesinato a manos de ETA. La muerte de Lluch, que sacó a la calle casi a un millón de catalanes en una manifestación en la que la petición de diálogo para poner fin al conflicto vasco, conmovió especialmente al mundo universitario, al que Lluch se había dedicado tras abandonar la primera línea política.
También participaron a través de vídeoconferencia los rectores de las universidades de Valencia, Zaragoza y el País Vasco. El acto contó además con la intervención del Premio Nobel de Literatura José Saramago, que leyó un texto de Ernest Lluch sobre la ilustración en la que el ex ministro socialista hacía un llamamiento a la libertad de pensamiento.
Desde San Sebastián, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, pidió a la sociedad vasca, en memoria de Ernest Lluch y de «todas las víctimas del fanatismo», que recoja el «compromiso» de «no descansar mientras en este país haya una sola persona amenazada y exista una sola violación de los derechos humanos».
Durante su intervención, Ibarretxe aseguró que el recuerdo de Lluch se impone hoy «como fuerza ineludible para aunar voluntades», y «trabajar por recuperar la convivencia, el respeto y el entendimiento».